domingo, 8 de marzo de 2020

HISTORIA DEL ANARQUISMO EN BOLIVIA-EL INDIO QUE QUISO SER PRESIDENTE


MANUEL TUCO ZAVALETA: EL INDIO QUE QUISO SER PRESIDENTE DE BOLIVIA: La prensa, las falsas historias, y el movimiento indio anarquista de 1947 en la Paz[1]
Ramiro Fernández Quisbert
La década del 40 del siglo XX, ya lo dijo Winer en su libro la década olvidada, tiene muchas historias fascinantes, historias que por si mismas demuestran que se vivían momentos de efervescencia pre-revolucionaria que anunciaban una coyuntura de profundos cambios en Bolivia. Ya de inicio se puede mencionar como hitos relevantes de la década a la fundación del movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) en 1941, la masacre minera de Catavi de 1942, la creación de la Federación de mineros de 1944, el I Congreso Indígena de 1945, el colgamiento de Villarroel el 21 de julio de 1946 y en 1947 la consolidación del régimen de restauración de las élites en el poder con el presidente Enrique  Hertzog y sus aliados, los liberales y los militantes del  Partido de Izquierda Revolucionaria (PIR). 
También en ese crucial y definitorio año, se produjeron acontecimientos que fueron configurando el escenario de una revolución social, hablamos de las sublevaciones de indios en Ayopaya (Cochabamba) y en el Altiplano norte de la Paz, del Congreso minero en Pulacayo y la adopción del proletariado minero de la "Tesis de Pulacayo" de 1947, todos estos acontecimientos que finalmente se sincronizaron en ese momento histórico de la guerra civil del 9 de abril de 1952, momento constitutivo de un nuevo modelo estatal en Bolivia, como dijera  René Zavaleta Mercado. 
Dentro de este contexto al interior del país, signados por un contexto internacional de beligerancia entre las potencias mundiales en la cruenta II guerra mundial y la guerra fría extendida entre los dos sistemas de poder mundial, el capitalista y el socialista, nos interesa en este artículo indagar sobre las sublevaciones de indios en 1947, particularmente de la sublevación de indios en el altiplano de La Paz y cómo enfrentaron los conflictos, el gobierno, la prensa y el movimiento indio anarquista responsable de la creación de una fuerza sindical de labriegos que dieron batalla sin cuartel a la Sociedad Rural Boliviana y al gobierno de la restauración.
 Para ello hemos recurrido a diversas fuentes: noticias de la prensa local, nacional, fuentes primarias, tales como expedientes del juicio instaurado contra los indios rebeldes de la Federación Agraria departamental de La Paz y la Federación Obrera Local y desde luego con bibliografía escrita sobre la época. Iniciemos con algunas noticias de la prensa de la época.

La prensa y las falsas historias
En la década del cuarenta la prensa estaba muy desarrollada, existían periódicos importantes de cobertura local y nacional, y con diversas líneas ideológicas, que se solían alinear a favor de las élites gobernantes y en contra de los las manifestaciones obreras o indias. Los periódicos La Batalla, La Razón, El Diario, La Calle, acallada en 1946, con el exilio de Carlos Montenegro y Augusto Céspedes, sus más connotados columnistas, fueron los medios más importantes del momento y que influyeron decididamente sobre la opinión pública nacional. Las noticias que presentaron los diversos medios en 1947, sobre la sublevación india, fueron abundantes, para ilustrar el momento, comencemos con la gran noticia presentada sobre la sublevación india en la población de Caquiaviri.

Estos eran algunos titulares de las noticias que publicó la prensa el 27 de junio de 1947, iban acompañadas las publicaciones de fotografías que hicieran famosos al capitán Isaac Vincenti y los agentes de la policia rural, Carrasco, Palma e Ibañez que presentaron a la opinión pública a un indio rebelde capturado a propósito de la sublevación india de 1947 en Caquiaviri cantón importante de la provincia Pacajes del departamenton de La Paz.
El trofeo de guerra que exhiben para pasar a la posteridad como cazadores de un zafari, no es otro que el indio Manuel Tuco Zavaleta, acusado de ser el principal líder indio de la zona, y que había concitado la atención de la prensa en sendos titulares y comentarios tanto de los periodistas destacados a la zona, así como de los analistas y responsables de las editoriales, los mismos que calificaban a  Tuco Zavaleta, de salvaje y sanguinario, de tener una orientación comunista-anarquista y aspirante a tomar la silla presidencial de la república de Bolivia, creando con ello un escenario de pleno rechazo en la opinión pública, como veremos mas adelante. Sin embargo, este show mediático de demostración de poder y fuerza de los aparatos de represión del Estado, posteriormente no fue corroborado por las pruebas que recogieron los investigadores y los abogados y que luego consideraron los jueces para dar una sentencia final.

Tal proceso judicial sacó rápidamente a Tuco Zavaleta con sobre-seguimiento y dejó en el panóptico de San Pedro de La Paz a los reales lideres y militantes de la Federación Obrera Local (FOL) y de la Federación Agraria Departamental (FAD), demostrándose que no era  él el líder principal de dicha organización, ni un militante de primera línea del anarquismo. Cabe la pregunta entonces..Porque la prensa dio tanta importancia a este individuo, se trató de una estrategia política para crear una opinión desfavorable al movimiento indio?
¿El Ministerio del interior y la policía en concomitancia con la prensa, crearon la ficción de un personaje como este para justificar la represión, creando una burbuja mediática con toda una parafernalia que permitiría a la opinión pública demostrar el éxito de sus acciones de control de las sublevaciones indias y enfrentar el pánico que comenzaban a sentir los vecinos de los pueblos  ante estos movimientos?. Busquemos las respuestas en la información de ese momento.
Era conocida la intranquilidad que se vivía en el campo, desde el Congreso Indígena de 1945, lo que se hizo mas candente con el colgamiento del presidente  Gualberto Villarroel, el 21 de Julio de 1946, y las acciones de la fuerzas de restauración de liberales, piristas, universitarios y  miembros de la Sociedad Rural de hacendados, lo que se patentizó en la zona de conflicto, con los acontecimientos de Topohoco de fines de 1946.
El día 21 de diciembre de 1946, un titular del periódico progresista “La Batalla”, daba una infausta noticia EN PACAJES SE CONSUMÓ UNA NUEVA MASACRE DE INDIOS”, informaba además, que ya el 15 de diciembre en la estancia Quilluma, el coronel Alberto Araoz en compañía del Patrón Ricardo Crespo, se habían presentado con un piquete armado de carabineros en el lugar y atacaron la casa del indígena Patricio Vargas, saquearon la casa, se llevaron 2.500 bolivianos, hirieron a una niña de 9 años de edad y al día siguiente mataron a Casimiro Oruña y a otros indígenas que trataron de rescatar su cadáver, Pascual Mayta, Juan Mayta, Mateo  Mayta y Rafael Mayta Chura,[2].       
 Con estos acontecimientos iniciales se había iniciado, algo ya anunciado con antelación, una resistencia indígena en zonas aledañas al lago Titicaca, como sostiene Luis Antezana sobre el caso: “El gobierno impuso el reino del terror y los trabajadores campesinos desenterraron el hacha de guerra”[3] y este fue el detonador para que el año 47 existiese una alteración social permanente en el altiplano y los valles de La Paz y de todo el pais. 
 “en medio de la huelga de brazos caídos, en una finca junto al lago Titicaca, un hacendado oscurantista conmino bala en boca a los colonos, sus mujeres, sus hijos y sus familiares a presentarse al día siguiente para la cosecha de papa. Bajo el terror unos 200 colonos se presentaron al día siguiente en el terreno para trabajar, pero para medio día de súbito voló sobre el terreno un avión y éste empezó a disparar sus ametralladoras sobre la multitud que presa del pánico, no sabía dónde huir. Pero cuando los aviones desparecieron, desde detrás de una colina varios cañones de artillería empezaron a disparar sus obuses sobre la masa inerme que quedó aún más paralogizada y desorientada /…/ luego intervino la infantería que empezó a juntar a los campesinos por medio de los más torpes abusos y sin la menor consideración de niños y las mujeres,” [4].

Aunque en este relato no se precisa el lugar concreto de los sucesos, se hizo el esfuerzo de encontrar el dato revelador, algunos indicios nos llevan a creer que fue en la provincia los Andes en Aygachi, Puerto Pérez, que será el epicentro de las movilizaciones indígenas estos años, estos hechos fueron los que motivaron una reacción más violenta de los indios que sabían con estos antecedentes a que se estaban exponiendo a una represión brutal sin concesiones, por su parte el gobierno nacional, mandaba una señal muy clara en su política ante los indios aymaras sublevados, situación re-confirmada con la elección de Enrique Hertzog, que a lo largo de 1947, bañó en sangre a los indios de todo el país y especialmente a los indios aymaras de La Paz. 

Los Acontecimientos de Caquiaviri
El corregidor de Caquiaviri el día 19 de mayo de 1947, mediante noticias en inforvianas[5], afligido comunicaba desde Charaña, que a cuatro leguas de la zona, en la Hacienda Anta, de propiedad del señor Zapata, fueron victimados por los colonos el administrador y un preceptor, se presume-dice el comunicado- que se trate de los principios de una gran sublevación . Ante tales noticias con alta carga de aflicción el regimiento Sucre se desplazó por el altiplano, los indios sublevados se dirigían a la hacienda Typaparuyo, propiedad del señor Casimiro Crespo, que en parte fue asaltada pero no totalmente destruida, además, a su paso victimaron al administrador Andrés Montes y al preceptor Antonio López, y segùn el relato, los vecinos de Caquiaviri por temor se vieron obligados a refugiarse en la iglesia.
El Ministro de Gobierno, por intermedio de la Dirección General de Policías, envió una comisión a la región para investigar los antecedentes de la sublevación india. Dicha comisión, según versiones de la prensa, había encontrado un volante de la Federación Sindical en el muro del retén militar; en cuyo contenido se hacía alusión  a una reunión entre mineros e indios, resaltando una fotografía en la cual el minero Clemente Quispe de la mina de Corocoro se hallaba en una huelga de brazos caídos dirigida por Primo Hidalgo, un dirigente importante de la zona.
Otros documentos mencionados, son las copias de contratos entre la FOL y la FAD con los maestros rurales, que impartían clases en las comunidades. De acuerdo con la comisión, los objetivos de la revuelta eran: la abolición del servicio militar obligatorio, de la prestación vial, del carnet de identidad, la parcelación de las haciendas y comunidades; y la creación de escuelas de alfabetización.[6] 
Por otro lado, según los reportes de prensa y las declaraciones de los implicados, la sublevación de Caquiaviri,  iniciada en la hacienda Anta, respondía a conflictos internos entre el administrador de la misma, señor Montes y los colonos. Montes se había opuesto a la instalación de una escuela en la hacienda y aplicar los decretos emitidos por el gobierno de Villarroel en mayo de 1945, al no tener respuesta favorable, los indígenas apoyándose en la FOL, los indígenas lograron organizar su sindicato, a cuya cabeza nombraron a Manuel Tuco Zavaleta[8]. , la acción de los sindicatos en la zona fue muy importante, impulsaron la educación e introdujeron las ideas ácratas libertarias, al respecto se exhibieron mucho material impreso, manifiestos, textos y otros que sirvieron para la capacitación de los militantes aymaras del anarquismo, como se puede corroborar en los trabajos de Marcelo Maldonado, sobre la escuela de Quilluma[1]

El día de los acontecimientos, produjeron los indígenas colonos y comunarios un gran  cerco que tenía alrededor de 1000 indios, como corolario de  esta acción dieron muerte al administrador Montes y al profesor impuesto por el administrador de la escuela rural. El movimiento al día siguiente atacó el tren que pasaba por las proximidades y que correspondía al ramal de La Paz-Arica.[9]
 El Director General de Policías Isaac Vincenti, haciendo una evaluación del conflicto anunciaba la existencia de tres focos de “insurrección indigenal”. Estos estarían situados, según la misma fuente, en las regiones de Puerto Acosta, Comanche y Caquiaviri.

La Captura  de los líderes   
A partir de la aquella fecha entre el  15 al 23 de junio la persecución de los  indígenas fue brutal, los allanamientos a las casas, los ultrajes del ejército a los indios y sus familias y finalmente la detención de los cabecillas, el traslado a La Paz, el sumario acusatorio, el encarcelamiento de algunos y el confinamiento de otros. 
Entre los días 16 a 25 de mayo fueron detenidos varios cabecillas de la sublevación de Caquiaviri, el 23 de mayo, la policía procedía al allanamiento de la sede de la FOL en La Paz, donde fueron detenidos unos setenta indígenas de distintas zonas. En el local de esta agrupación anarquista FOL-FAD, de la calle Murillo, la policía encontró folletos y otros materiales “subversivos” acusándose a los dirigentes de la FOL como instigadores de las sublevaciones de Caquiaviri.[10] de entre ellos se destaca varios como mencionaremos a continuación.
Los líderes
Cipriano Chávez sindicado de la muerte del administrador de la finca Anta y Francisco Escobar Cupo, dirigente de la FOL sindicado de instigador de los indígenas al impulsar la organización de sindicatos, ellos son los primeros que son presentados a la prensa[11]
Fue recién el 25 de junio que se capturó al principal sindicado Manuel Tuco Zavaleta.
Manuel Tuco Zavaleta un líder de bajo perfil, pero que la prensa hizo crecer con intenciones de manipulación de la opinión pública, vayamos a los hechos.
Desde el ataque a la hacienda Anta, donde mataron al administrador Montes, la opinión pública de la Paz y de todo el país estaba esperando resultados de las investigaciones para capturar a los principales líderes de esos acontecimientos, aun no detenidos, el 25 de junio terminó esa espera, se conoció la noticia de la captura del principal líder de la sublevación de Caquiaviri, ahora se podría conocer con más detalle las motivaciones de aquellos hechos y a sus culpables.
El día miércoles 27 de junio de 1947, las autoridades presentaron a la prensa  al líder capturado, Manuel Tuco Zavaleta, dirigente de los sublevados de la Hacienda Anta, los titulares de los periódicos, hablaban del “indio  que tenía aspiraciones de ser el presidente”, “se dice que fue brazo derecho del “general”, Esteban Quispe Yujra, líder de las movilizaciones de Karapata y Tacanoca”.
Manuel Tuco Zavaleta fue capturado en la hacienda Anjocollo, según las declaraciones del propietario de dicha hacienda, señor Alfredo Castillo Criales. Acusaciones que pesaban contra Tuco Zavaleta, se resumen en el siguiente relato:
  “desde hace un año y más se hallaba en trajines subversivos, organizó batallones de indios a los que los entrenaba en práctica militar”. Además se revelaba que él diseñó los planes, encabezó ataques a propiedades, atacó la hacienda Airaparullo del Canónico Crespo, además  de mantener estrechos vínculos con dirigentes de la FOL de La Paz.
Ya en la policía y luego en los estrados judiciales, contrariamente a las acusaciones y denuncias hechas en la prensa, Tuco Zavaleta en sus declaraciones delata a los dirigentes de la FOL-FAD, afirmaba que él nunca pretendió ser presidente, que fue Modesto Escobar dirigente de la FOL él que le dio el apelativo de “El Presidente”, y luego los periódicos así lo nombraron permanentemente, y con ese estigma fue acosado y perseguido. En otra declaración al periódico “La Noche”, Tuco Zavaleta, manifestó su disconformidad con la FOL, “yo no quería meterme al sindicato de la FOL, me ha perjudicado mucho”.  Pese a esas declaraciones, la prensa especulaba interesadamente y elaboraba sugestivos titulares. el 26 de junio, uno de esos titulares decía: 
“Tuco Zavaleta, el indio de cepa que aspiraba a sentarse en el sillón presidencial           del histórico palacio Quemado”.
La prensa en extensas entrevistas al líder, sacó mucha información sobre su vida y ocupaciones, además de fotografiarlo, les intrigaba que un líder indígena, sea letrado y además, muestre aspiraciones presidenciales, la prensa a título de mofa, intriga, hacía comentarios con mucha hilaridad. En las notas periodísticas se supo mucho de él, salió a la luz que era hijo de minero, efectivamente en la zona de Comanche, Caquiaviri,Corocoro, existía para entonces producción minera y su familia era del lugar. Era un indio letrado, aprendió de niño a leer y escribir, pudo leer la biblia y otros escritos religiosos, se definía católico y en contra de los gringos evangélicos que invadían el campo, también solía comprarse periódicos y revistas para informarse. Se supo que era casado con Gregoria Quispe, con la que contrajo matrimonio y tenía  un hijo de 6 años llamado Florencio (Gregorio). Se supo que fue reservista del ejército para asistir a la guerra del Chaco, para su suerte  a último momento,  su patrón había solicitado que lo licencien, ya era para entonces el fin de la contienda en 1935.
En sus declaraciones él sostiene lo siguiente: 
“Yo no habría tomado parte activa de la sublevación indígena si es que no nos            decían los de la FOL”.
La policía en sus investigaciones y allanamientos había encontrado algún material que implicaba directamente a indios dirigentes y a la gente de la FOL. La policía exhibió una bandera roja y un sable, este último se  decía que pertenecía a Esteban Quispe Yujra. Sable que el líder indio se ponía en la cintura y además se hallaba uniformado militarmente en los acontecimientos ocurridos, dato muy conocido, en el caso de Luciano Willca de la sublevación de Waycho de 1871 y de Pablo Zarate Willka en 1899.[12].
            Los interrogatorios de la policía, reflejados en la prensa apuntaban por entonces a saber si era evidente que había planes para tomar el palacio y el nombramiento del Presidente y sus ministros, según la prensa, Tuco Zavaleta proporcionó, datos concretos sobre ello, mostrando un gabinete de gobierno con autoridades designadas, la lista es la siguiente:
1. Manuel Tuco Zavaleta.   Presidente de la República
2. Esteban Quispe Yujra (El General)  Ministro de Defensa y Jefe de las Fuerzas Indígenales.
3. Luciano Huayñuca  Primer Ayudante
4.  Pedro Anti      Ministro de Hacienda  (Tesorero) 
5. Pablo Mamani,  Ministro de Gobierno
6. Evaristo Mamani, Gran Delegado.

            Quizá esta lista revelaría, al Estado Mayor indígena, que dirigió todas las sublevaciones en la Paz, que hubo una articulación de los movimientos indios,  que se enfrentó en los cuatro puntos cardinales del altiplano y valles paceños al Estado Oligárquico y sus fuerzas represoras, sin embargo, no fue así, nosotros no pudimos corroborarlo, debido a que en toda la documentación revisada, el papel de Tuco Zavaleta, es menor, en cuanto a la movilización general, donde si son mencionados frecuentemente, los indios líderes: Marcelino Quispe Yujra, principal dirigente de la FAD y Esteban Quispe Yujra, (El General) su hermano, principal dirigente del sindicato de labriegos de Carapata, para despejar estas dudas revisaremos otros datos,

LOS RELATOS DE LOS INDIOS SOBRE LA ORGANIZACIÓN SINDICAL
Las declaraciones de los indígenas presos, cuando fueron  interrogados en los centros policiales, coincidían en informar que  fue en la Estación ferroviaria de Comanche donde se  realizaban reuniones de indígenas de los sindicatos, ellos salían de las haciendas de Kella-Kella, Pallcoma,Botijlaca, Hanko Amaya, Charcoma y principalmente de la Hacienda Comanche propiedad del señor Flavio Machicado, sindicatos afiliados   a la FOL-FAD, que conjuntamente sacaban las resoluciones para tomar acciones de hecho, por su parte, las autoridades  denuncian que la sindicalización era forzada, cada hacienda nombraba dos delegados, en varias oportunidades estos delegados llegaron hasta La Paz para concurrir a sesiones de la FOL en su Local de la Calle Murillo[13].
Algo después, en el proceso de represión se supo lo siguiente: El director General de la policía Isacc Vincenti en una entrevista de la prensa reflexionando decía:
     “la influencia de la FOL-FAD se circunscribe a dos regiones, la una alrededor de          Puerto Pérez y Pucarani y la otra alrededor de Comanche y Caquiaviri, de hecho          esta información se colectó de 32 indígenas detenidos por esa zona que daban            cuenta de esta situación[14].
           
      Ante esta crítica situación en el área rural de La Paz, el 12 de mayo la FOL había enviado un extenso memorial a la sociedad rural boliviana y al presidente de la república, denunciando abusos extremos de patrones y mayordomos, estos casos se concentraban en Caquiaviri, Comanche y zonas aledañas a la mina de Corocoro. Confirmando los temores de dirigentes de la FOL y con el conocimiento de autoridades y propietarios de las haciendas en la provincia de Pacajes, el 15 de mayo de 1947, a las 4 de la madrugada se produjo un levantamiento indígena-campesino en Caquiaviri, el epicentro de este movimiento fue en la hacienda “Anta”[15]. Con anterioridad a los acontecimientos el Director General de Policías Isaac Vicenti, había advertido sobre la existencia de tres focos de “insurrección indigenal”. Estos estarían situados, según la misma fuente, en las regiones de Puerto Acosta, Comanche y Caquiaviri.[16]
Romero (1970) sostiene que el mes de mayo se cierra con el anunció de una huelga general de campesinos como protesta por la detención de varios miembros de la Federación Agraria Departamental, sindicados de realizar reuniones contrarias al orden público. Las autoridades procedieron a poner en libertad a cuarenta de los setenta y dos detenidos iniciando la acción judicial correspondiente en contra de los treinta y dos campesinos que continuaron privados de su libertad. 
La esposa del finado administrador de la hacienda Anta, Beatriz Montes, pide mediante memorial la imputación de 47 colonos más, implicados en los acontecimientos del 15 de mayo.Asimismo, como nota muy destacada, la prensa presenta las declaraciones de indios a favor del gobierno, ellos dicen comprender al gobierno y sus acciones, y es más indios de la comunidad Colque, el 21 de junio visitan al presidente Hertzog, para darle su respaldo.
Los indios mencionados, dirigidos por su Jilacata Rosendo Ramos y su segundo, Marcelino Leandro, en aquella reunión relatan, que los indígenas sublevados, desde hace tiempo atrás iban a reunirse con miembros de la FOL, en sus oficinas de la calle Murillo de la ciudad de La Paz, acusándolos de haber dado la orden de levantarse en represalia al apresamiento de los colonos indígenas de la hacienda Anta y  que pidiendo su libertad,  atacaron a la población de Caquiaviri en la noche del 18 y 19 de junio, según ellos, el plan de los sublevados era arrasar con la hacienda Ecra, hacer un cerco al pueblo. 
Bajo este plan, la primera avanzada la conformarían mujeres, y luego, se prendería en puntos estratégicos dos hogueras para iniciar el ataque, pero este extremo había fracasado , así como relataban indígenas adictos al gobierno, otras noticias de intentos fracasados se presentan como rumores en los diarios, mostrando una gran paranoia colectiva, que no era para menos. 
Por esos días, en medio de esta crisis, no faltaron los problemas de linderos entre comunarios, en la prensa se informa sobre un sangriento enfrentamiento entre indígenas de Caquiaviri, provincia Pacajes y  comunarios de Jesús de Machaca de la provincia Ingavi, con el saldo de un muerto y varios heridos. Ante aquellos acontecimientos una comisión es destacada a la zona, el regimiento 21 de Julio. Entre tanto, en el gobierno, los operadores de justicia, estaban en aprestos para iniciar el proceso criminal contra los indios sublevados[17] , y contra los de la FOL. 
El Ministro de Gobierno, por intermedio de la Dirección General de Policías, envió una comisión a la región para investigar los antecedentes de la sublevación campesina. Dicha comisión, según versiones de la prensa, colecto pruebas sobre el accionar de los sublevados, informando, primero, que se había encontrado un volante de la Federación Obrera Local en el muro del retén militar donde se llamaba a sublevarse; que luego se había decomisado una fotografía en la que se ve al minero Clemente Quispe, de las minas de Corocoro, en una reunión de mineros durante la huelga dirigida por Primo Hidalgo (luego este documento sirvió para probar las relaciones entre mineros y campesinos). Además, informaban que se habían encontrado copias de contratos entre la FOL y la FAD con los maestros rurales destacados al campo como agitadores de la sublevación. De acuerdo con la comisión las demandas de los sublevados eran: 1. La abolición del servicio militar obligatorio, 2. anulación de la prestación vial, 3. extensión del carnet de identidad,4. La parcelación de las haciendas y comunidades; y la creación de escuelas de alfabetización.[18]
Mientras los indios campesinos de algunas comunidades de Comanche y Caquiaviri ofrecían su ayuda a las fuerzas de la policía, en contra de los campesinos colonos, los vecinos de Caquiaviri enviaban una comunicación a la Dirección General de Policías, en la cual se indicaba que la sublevación se había realizado con el pretexto de sindicalizar a los indígenas y bajo la dirección de los miembros de la FOL y la Federación Agraria Departamental.[19]

  “Organizar la sindicalización campesina”. El Director de Policías también informaba que los campesinos eran “instados a adquirir armas para contribuir a la revolución agraria que entregaría las minas a los obreros y las tierras a los campesinos”. Finalmente se establecía que los activistas de la FOL recolectaban dinero en forma de ramas. El resultado de esta actividad de agitación habrían sido los levantamientos de Topohoco, Caquiaviri y Cariquina Chico[20].

La suerte de los indígenas de estas zonas fue echada, los ligaron a la suerte de la FOL-FAD, encarcelaron a sus líderes, confinaron a algunos, pero no quedó ahí la historia, en otras zonas aledañas también los posteriores días se vivió esa agitación y quizá mucho más contundente

Conclusiones
Es muy frecuente en las clases de historia hablar de la importancia de las fuentes de información que nos permiten reconstruir los acontecimientos históricos y comprender así los procesos históricos globales y recomendar mucho cuidado en el tratamiento de las fuentes, pues muchas veces encontramos fuentes fraguadas, construidas intencionalmente , fuentes que narran acontecimientos con base en hechos reales, pero que fueron creados para justificar una intecionalidad política.
Una de esas falsas historias fue la creada por el periódico la Razón en 1947, dándole aTuco Zavaleta  un protagonismo que nunca tuvo en aquellos acontecimientos, "el Indio que quiso ser presidente de Bolivia". Ahora sabemos que él nunca fue líder principal del movimiento, y el momento de su captura se convirtió en el chivo expiatorio de la prensa para crear un ambiente de guerra, dando a creer a la opinión pública que los sublevados querían arrasar con los pueblos. Que a través de esas artimañas lograron dividir a los indios aymaras, generando enfrentamientos entre indios sublevados e indios oficialistas, al parecer una constante en la historia de nuestro país.
En medio de los acontecimientos reales, donde se mezclaba la acción de los actores comunistas de izquierda del PIR, los emenerristas y los anarquistas de la FOL-FAD,  se creó una ficción histórica, un plan de los indios aymaras para tomar el Palacio Quemado, un futuro presidente indio vestido militarmente con charreteras, sable y su gabinete, que aglutinaba a los actores de 1946 y 1947, de los sublevados de los sindicatos de labriegos de Topohoco, Caquiaviri, Carapara, Tacanoque y otras zonas del altiplano y los valles, movimientos indios de antes de la revolución del 52 y de la reforma agraria del 53, y finalmente, como la justicia liberó al dicho Tuco Zavaleta al no encontrarle ninguna implicación directa con el accionar político del potente movimiento indio-anarquista liderado por los hermanos Quispes en la Federación agraria Departamental. Pero esta historia no terminaría aquí, Marcelino Quispe Yujra, terminaría sus días en las tierras calientes del Ichilo, confinado y muriendo de inanición y Esteban Quispe Yujra, no había salido de la cárcel de San Pedro hasta entrados los años 50, donde perdimos su rastro.    





[1] Este artículo es una parte de la tesis de maestría del autor, que lleva por título:  La guerra indígena contra el Estado Oligárquico en el Departamento de La Paz, en su IV Centenario de Fundación (1946 – 1948)

[2] La Batalla, 21 de diciembre de 1946.
[3]Antezana. La masacre…op., cit. p.112.
[4] Luis Antezana. Masacre …op., cit., p.112
[5] Era una agencia de noticias, que alimentaba de información a los diarios locales de La Paz.
[6] Ibid, mayo 31, 1947.
[7]Silvia Rivera. Los artesanos… Op., Cit. p.84
[8] Según Carlos Mamani, ese apellido Zavaleta es de mestizos, así que el no sería netamente indio, sin embargo como veremos más adelante se trata de un líder netamente aymara.
[9]La Razón mayo 20; 21.1947,
[10]Ibid, junio 24.1947.
[11] La Razón 4 de junio de 1947.
[12] Ramiro Condarco. Pablo Zarate…op.,cit.,
[13]Ibid.
[14] Ibid, Jueves 26 de junio 1947.
[15] Silvia Rivera: Los arteanos… op.cit p. 90; Roberto Choque. Una lucha desigual… op.cit. p.124
[16]  La Razón  17 de mayo 1947.
[17]ALP. CSD. C, Juicio a los indios sublevados de Caquiaviri 1947 juzgado  6to de partido en lo penal de la corte superior de Distrito de La Paz.
[18]La Razón  mayo 31, 1947.
[19] Ibid., mayo 24; 29.
[20] Ibid



[1] Macerlo Maldonado."Katari irrumpiendo La Paz" La escuela de Quilluma, el sueño catastrófico de la Federación Agraria Departamental (Huelgas de coerción anarquista y escuelas rurales). Rev. de Inv. Educ. [online]. 2015, vol.8, n.1, pp. 11-34. ISSN 1997-4043.

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