Roberto Choque Canqui |
Ramiro Reynaga |
EMERGENCIA DE LOS INTELECTUALES INDIGENAS EN BOLIVIA
Por: Ramiro Fernández Quisbert
Las sociedades prehispánicas que se desarrollaron en la zona andina boliviana, tanto Tiwanacota o Inca, como las más representativas, dieron mucha importancia a la religión y al conocimiento del cosmos, siendo el sacerdote o yatiri y los amautas (los sabios), personajes relevantes en la sociedad que junto a otros individuos que se dedicaban a las artes y oficios, orientaban a las autoridades a la comprensión del mundo, estas personas se dedicaban a desarrollar la cultura, el pensamiento religioso y la relación entre el hombre y el cosmos. Los arabicus, por ejemplo, eran los poetas, los Quipucamayoc, se dedicaban a manejar los Quipus, como fuentes de información, los amautas o ancianos que cultivaban las sabidurías universales, todos ellos pueden ser considerados, “profesionales del saber”, del conocimiento, es decir, “los intelectuales”, bajo los conceptos occidentales.
Estos “intelectuales” tuvieron que pasar a la clandestinidad, al pensamiento subterráneo, cuando se produjo la invasión española e impuso a sangre y fuego, su idioma, su religión, su lógica y su cultura, persiguiendo con la inquisición, el pensamiento de los amautas, los ritos de los sacerdotes y los bienes culturales. Este avasallamiento llegó al extremo de debatir si los indígenas, eran seres humanos o animales inferiores, se llegó al extremo de discutir si tenían alma o no, y si eran hijos de Dios o del diablo.
La llegada de los españoles en 1492 a América, y el primer contacto con los pobladores indígenas fue motivo de largas discusiones, uno de esos debates se dio precisamente en Valladolid, los términos humillantes a los que se refería el debate de Valladolid, mostraban a un Ginés de Sepúlveda, convencido de la animalidad de los indígenas y de la necesidad en lo posible de hacerlos desaparecer o tratarlos como seres inferiores, salvajes. Por su parte, Bartolomé de las Casas , defensor cristiano de los indios, abogaba porque se acepte el criterio de que los indios también eran hijos de Dios, como cualquier animal de la creación, sin embargo, el mismo mostraba su entero convencimiento sobre la inferioridad de estos seres.
Pese a este proceso de férrea dominación de la iglesia que se apoderó de la educación, censuró el pensamiento y controló el aparato ideológico y cultural del estado colonial, no permitiendo al indígena emerger como artista, creador, pensador, escritor, poeta, en suma intelectual; se produjo en distintos momentos de la historia, la emergencia de intelectuales indígenas aymaras y quechuas, tupiguaranies, en nuestro territorio. Tres casos concretos ilustran esta afirmación, el de Titu Yupanqui, el artista que esculpió a la Virgen morena de Copacabana en la colonia, el de Guaman Poma de Ayala y Santa Cruz Pachacuti, que fueron los primeros cronistas indígenas de la época colonial, que tuvieron que criticar abiertamente el régimen colonial y/o defenderlo y justificarlo .
Pero esto no quedaría ahí, en los siglos posteriores en el contexto histórico de fines del siglo XIX y principios del XX, en los que se desarrollaron las ideas del Darwinismo social, donde los intelectuales conservadores y liberales, sostenían firmemente la tesis de la incapacidad intelectual de los indígenas aymaras-quechuas y tupiguaraníes.
En el proceso de modernización liberal en Bolivia y tras la derrota del movimiento indígena liderizada por el Zarate Willka, se hicieron pruebas científicas con los indígenas de Mohoza, con la intención de demostrar esta ausencia de inteligencia en los indígenas proclives al salvajismo , haciéndose lo mismo con los niños indígenas para los procesos educativos impulsados por la misión Belga dirigida por George Rouma, la medición de cráneos ,así se bloqueó todo intento de educación de los indígenas, incluso se cuenta una curiosa anécdota de la vida de Isaac Tamayo y su hijo Franz Tamayo, Tamayo padre un intelectual proclive a los indígenas, se dice que adoptó un niño aymara y lo educó de forma rigurosa, tan sólo con el fin de demostrar lo que la educación podía hacer con un indio. Y el resultado de ello fue uno de los intelectuales más reconocidos, Franz tamayo, cierta o no esta anécdota, lo evidente es que Tamayo brilló con luz propia, en Bolivia y el mundo
En realidad como Tamayo hasta nuestros días muchos mestizos y criollos ideológicamente se hicieron aliados de los indígenas y los defendieron intelectualmente, pero también fruto de estos procesos se dio el surgimiento de preceptores o profesores de indios, en las primeras escuelas indigenales, que anunciaban la gestación de un pensamiento con autodeterminación, así surgió Leandro Nina Quispe, el mismo que escribiera el celebre manifiesto de la República Kollasuyu, plateando la refundación de la patria en base a las culturas indígenas , así mismo Avelino Siñani, quien fuera uno de los famosos preceptores de la escuela Ayllu de Warisata, que desempeño un rol vital en la educación intercultural, apoyando la labor de Elizardo Peréz .
Estos intelectuales aymaras se veían reducidos ante la presencia de verdaderas logias intelectuales de los conservadores, liberales, republicanos y nacionalistas e izquierdistas, que fueron tan estudiados por distintos intelectuales, en sendos trabajos como los de Francovich, Roberto Prudencio, Valentín Abecia, H.C.F Mansilla y otros que se dedicaron al estudio del pensamiento boliviano, despreciando los aportes de los intelectuales indígenas, tan importantes como los que mencionaremos a continuación.
La Revolución del 52, sin duda produjo cambios importantes en el país, más sin embargo, tuvimos que esperar décadas para evidenciar algunos cambios trascendentales, como efecto, del voto universal y la reforma educativa de 1955. La educación campesina fue uno de los pilares fundamentales para que se opere este cambio. Antes de la revolución, los intelectuales indígenas eran contados, luego de la revolución, emergió un icono del pensamiento indianista, Fausto Reynaga, sociólogo, quechua, abogó por la causa indígena, casi solitario en la década del cincuenta, pero en la década del 60 y del 70, se producto uno de los fenómenos más importantes a nivel social de los últimos cincuenta años, la emergencia de los intelectuales indígenas aymaras y qhechuas , que a diferencia de las décadas pasadas, es un fenómeno cada ves más masivo, no solo se trata del surgimientos de cientos de profesionales aymaras y qhechuas que vivieron procesos educativos que les permitieron vivir procesos de movilidad social e incluso blanqueamiento ideológico, sino de verdaderos pensadores que desde hace 30 años atrás, vienen recuperando, el imaginario de las sociedades andinas largamente conculcados, las ideas políticas, las ideas económicas, el pensamiento ancestral, los ritos, los mitos y todo el bagaje cultural para reencauzar el proceso de la construcción de una sociedad que los incluya y les permita ser ellos mismos, pese a quien le pese.
En este marco general tanto en los procesos de las dictaduras y el proceso democrático, de los últimos 50 años hemos asistido al encumbramiento y al empoderamiento de los intelectuales aymaras y Quechuas, Tupiguaraniesy, de tal forma que ni criollos, ni mestizos y menos extranjeros, puedan volverse a preguntar si los indios tienen alma o no y si tienen suficiente capacidad craneana para pensar con algo de lógica y razón.
La basta producción intelectual de los últimos años lo demuestra y la cada ves mayor penetración de políticos, economistas, sociólogos, filósofos, linguistas, historiadores
Se han ganado el derecho de ocupar una palestra en las sociedades, clubes y otros, que galardonan a los intelectuales y les dan la categoría de tales, por que su contribución al pensamiento nacional es incuestionable, aunque, la exenofóbia, el racismo y el apartheit aun tiene sus cultores conservadores y retrógrados, en nuestro país..
Estudios sociológicos recientes mencionan que se puede ubicar la emergencia del pensamiento indianista, en el siglo XIX y XX, pero que en Bolivia recién se fortaleció a partir de las ideas del quechua Fausto Reynaga, que en sus obras, tierra y libertad, Nación india, América y occidente, Sócrates y yo, elaborada bajo las bases filosóficas de autodeterminación de los indígenas traza un línea que hasta hoy día tiene fuerza en sus seguidores. Será en los años 70 cuando las libertades estaban conculcadas que emerge de un puñado de jóvenes estudiantes la necesidad de recuperar este pensamiento y darle una nueva vitalidad.
Raymundo Tambo, Genaro Flores, Fidel Huanca, gestores del movimiento 15 de noviembre, y su actividad cultural y radiofónica, son los líderes que influirán en las distintas generaciones para levantar en alto el pensamiento indígena, el pensamiento Katarista, a partir de este movimiento político se fue configurando un grupo de intelectuales aymaras, la otra vertiente, es el trabajo académico de docencia e investigación, surgen aportes de individualidades , de profesionales como Mauricio Mamani, que apoya los trabajos sobre la Coca de Carter y se comienza a destacar como un antropólogo relevante, así mismo, podemos mencionar a Juan de Dios Yapita que se destaca en el ámbito de la lingüística, el desarrollo de las lenguas nativas aymara y quechua, en el desarrollo de su grafía, en el campo de la historia al primer historiador profesional Aymara Roberto Choque Canqui, el mismo, que nos ayuda a desentrañar el proceso de constitución de los ayllus en los andes, la educación indigenal y la lucha de los indios por defender su tierra y sus derechos, desde el campo de la Sociología, Esteban Ticona Alejo, que profundiza en el conocimiento del liderazgo indígena, de los caciques y el rol político que jugaron los mismos en los procesos de rebelión indígena, el ex -ministro de educación, Felix Patzi, que escribe sobre la necesidad de descolonizar la educación, y lo hace desde distintos foros nacionales e internacionales . (comentario del libro los aymaras), Marcelo Fernández, con su aporte sobre el proceso de andinización o la capacidad de los ayllus de absorber, tecnología, conocimiento del mundo occidental para adaptarlo a sus necesidades de supervivencia cultural, permitiendo ver las culturas vivas y no solo haciendo una rememoranza nostálgica del pasado. Desde la filosofía, Fernando Untoja, con su retorno al ayllu, pretende hacer un acercamiento al pensamiento de sus ancestros, muy influido por presupuestos teóricos franceses.
El rol de los colectivos como el Thoa, es también muy importantes, ya que gracias a la investigación histórica, sociológica, antropológica han ido develando esta realidad de colonización de la sociedad boliviana, destacándose en estas organizaciones historiadores como Carlos Mamani, Roberto Santos Escobar, la sociologa Maria Eugenia Choque, Conde que aunque hoy parece haber sufrido una ruptura importante, aportaron significativa no sólo a la investigación social, sino a la organización incluso del CONAMAQ, que es la representación de la reorganización de los ayllus en el altiplano norte, además, el proceso de nuevos centros de acción a través de fundaciones, Ongs y otro tipo de organismos de apoyo internacional que han permitido que esta pleyade de intelectuales aymaras surjan en el espectro nacional.
Ahora estos intelectuales no tienen un pensamiento homogéneo, en general todos se reclaman indianistas, reynagistas o kataristas, al igual que el nacionalismo, el indianismo parece albergar, posiciones que oscilan desde las posiciones de izquierda, centro, derecha, existen posiciones que se denominan de autodeterminación, indianista aymara que hicieron alianza política con lo más duro de la derecha como Víctor Hugo Cárdenas que liderizando una fracción del MRTKL,hizo alianza con el MNR, de Gonzalo Sánchez de Lozada, en una muestra de anguria de poder, sólo comparable al papel de los aliados de los españoles que permitieron la derrota del Tawantinsuyu, el otro ejemplo emblemático, es el de Fernando Untoja que recién llegadito de Francia, nuestro Lenon andino, se alió al Gral. Hugo Banzer Suárez, y en el pentágono de PAT, muestra sus dotes intelectuales, francamente desviadas hacia un indianismo fundamentalista y reaccionario.
En el caso de los que adoptan posiciones más bien de radicalismo indianista se halla Felipe Quispe Hunca , que ya al iniciar su carrera política había redactado libros referidos a la necesidad del retorno de los indios al poder en su libro, Tupac Katari vuelve Carajo, que al fundar su movimiento fundamentalista de los Ayllus rojos, quisieron trabajar el tema de la autodeterminación de los pueblos. Lo mismo sucede con Germán Choquehuanca (El inca Choquehunaca), que habiendo sido parte de esta emergencia del tupackatarismo, se alió a Felipe Quispe, se considera que el aporte fundamental de Choquehuanca es haber consolidado, el uso de wipala, en los movimientos sociales, pues el fue quien con una investigación histórica, generó toda una justificación cultural de la representación simbólica de esta bandera que representa la multiculturalidad. Hoy Choquehuanca, habiendo dejado las funciones de Diputado por el MIP, se dedica a impulsar la constitución de una universidad indígena, con la clara visión de que este es el camino para contrarrestar las ideologías dominantes, y el colonialismo mental.
Sin duda que para este proceso de debate y emergencia de un pensamiento tupackatarista tuvo mucho que ver el movimiento universitario Julian Apaza, donde se destacaron intelectuales como Moisés Gutierrez y otros, que le dieron un impulso determinante no solo a los movimientos políticos sino también a la producción intelectual.
El tema indígena sin duda a sido tratado de manera multidisciplinaria por los intelectuales aymaras, desde la perspectiva histórica se ha estudiado las formas de organización social, la historia de las sublevaciones, la religiosidad y los procesos de evangelización y la educación, los servicios personales y la obligatoriedad de trabajos en las mitas mineras y obrajeras. En el caso de los estudios sociológicos, se profundiza fenómenos de pervivencia de patrones de organización actual, participación social y política frente al estado y las respuestas de los aymaras frente a otros entes sociales institucionales o sociales. Lo propio desde el campo antropológico, se desarrollan los estudios sobre identidades étnicas e interculturalidad, además de procesos culturales que perviven a través de la tradición oral de los mitos, las leyendas e imaginario colectivo que recorre el tiempo a través de una memoria larga.
A diferencia del intelectual occidentalizado, que tiende a producir individualmente, el intelectual indigena, se halla ligado a una colectividad a una comunidad a la que le debe dar cuenta de lo que se hace, así se percibe la producción del grupo Thoa que a lo largo del tiempo se constituyó en una comunidad de productores intelectuales, donde el diálogo y el compartir reciproco sería la tónica de su proceso intelectual. Esto se constata, en el permanente relación con las comunidades campesinas donde deben cumplir con todos los ritos necesarios para que les abran las puertas de la información proporcionando información, no aun investigador extraño, sino a un hermano. No sólo es un intelectual sino es el portavoz de los sueños y esperanzas de toda una comunidad.
En el proceso que hoy vive Bolivia, la presencia de intelectuales indígenas es incuestionable, tanto en el partido oficialista MAS, así como en la oposición. Lo cierto, es que ya nadie a estas alturas del partido puede objetar la importancia del aporte de estos intelectuales indígenas en la vida política y cultural de Bolivia. Sólo espíritus mediocres y mezquinos pueden cuestionar hoy la capacidad intelectual de profesionales y no profesionales aymaras, quechuas y tupiguaranies, que son un pilar fundamental de esta sociedad multicultural y multilingue, llamada Bolivia.
BIBLIOGRAFIA
Ticona Alejo, Esteban. Los Andes, desde los Andes, ed. Yachaywasi, La Paz 2003.
Piñeiro Iñiguez, Carlos. Desde el corazón de América, el pensamiento Boliviano en el siglo XX, ed. Plural. 2004.
Fernández Quisbert, Ramiro. Los Intelectuales y el análisis sociopolítico en la Bolivia de hoy, ed. Retornos nr.4, la Paz 2004.
Comentarios
Mis felicitaciones por el blogg y por el articulo, es una labor muy importante la que desarrollas.
Un abrazo,
Carllos Mamani