BOLIVIA-CHILE-PERÚ: HISTORIA FRONTERIZA DE DESENCUENTRO
TRINACIONAL
Ramiro
Fernández Quisbert[1
Llegué
a Arica y Tacna, cerca a Cobija,
Antofagasta, Tocopilla, Calama y Mejillones, con mucha expectativa, al fin y al
cabo, un boliviano mediterráneo, piensa que conocer la costa que perdió el país
es lo más bello. Pensé, desde luego, encontrar prosperidad, desarrollo
socioeconómico, había leído y escuchado muchos comentarios sobre el despegue
económico chileno. Al llegar a la zona
poco duró mi entusiasmo, me encontré con una Arica deprimida, moribunda, con
industrias en debacle, con una línea férrea abandonada y estaciones vetustas
llenas de polvo y sarro.
Converse
con pobladores descontentos con la política de los gobiernos de turno que la
dejaron en el abandono: con escasa agua potable para consumo humano, energía
eléctrica, gas, gasolina, parafina carísima, y además, una Arica arrinconada por las zonas francas de Iquique y Tacna, con
poca actividad portuaria que en su mayoría es carga que proviene o esta destinada
para Bolivia.
Las
preguntas no se dejaron esperar, ¿Qué pasó en el proceso histórico de esta zona
fronteriza, y que tenía que ver con la historia de Bolivia?, para ejercitar
algunas respuestas comencé a consultar
información concreta sobre la zona. El primer aspecto revelador que encontré
fue de un trabajo de Jorge Gumucio Granier diplomático boliviano, el mismo que sostiene que existió una relación
especial entre Arica y las zonas altiplánicas del hoy Estado Plurinacional de Bolivia,
desde los tiempos de Tiwanaku y los señoríos Aymaras.
Durante la
Colonia, fue habilitada en 1546 como puerto de salida para los minerales de
Potosí y en 1574 el Virrey Francisco de Toledo la declaró puerto oficial para
el paso obligatorio de la plata; y dispuso que en el diseño del escudo de
Arica, se coloque la imagen del Cerro Rico de Potosí. En 1611, los recolectores
de impuestos de la Corona en Arica, informaban:
"La base del crecimiento de
Arica i Tacna fue, como es sabido la plata de Potosí i otras minas de la
altiplanicie...a las que pronto se agregaron Oruro, Chuquiago i
Garci-Mendoza."[ii]
Luego del
establecimiento del Virreynato de la Plata en 1776, se dispuso que la Audiencia
de Charcas incluido el Puerto de Arica, pase a formar parte de la nueva unidad
colonial cuya capital se estableció en Buenos Aires. Por aspectos de
administración y defensa eficiente de la costa sobre el Pacífico, la Corona
dispuso, en 1784, que el Puerto de Arica pasara a depender de la Intendencia de
Arequipa en el Virreinato del Perú[iii].
El
viajero inglés Joseph B. Pentlan en su informe sobre Bolivia de 1825-1827,
refiere que el libertador Simón Bolívar había planteado que tanto Tacna y Arica
fueran parte de Bolivia, propuesta rechazada por el gobierno del Perú, el Mariscal Andrés de Santa Cruz en su
periodo de gobierno se opuso a este proyecto, quedando Bolivia con la única
posibilidad de desarrollar un puerto en Cóbija,-Atacama[iv].
Por
datos de la época de José María Dalence, evidentemente los gobiernos bolivianos
impulsaron un puerto en Cobija, puerto Lamar[v],
que fue cobrando importancia a lo largo de 1825-1842. Fernando Cajias demuestra
que con mucho esfuerzo se fue creando
una actividad portuaria en la zona, pero Arica siempre tenía supremacía, existía mucho
movimiento comercial, casas comerciales,
inglesas, francesas e incluso norteamericana, pero además, la fuerza naval
chilena y la peruana habían experimentado un gran desarrollo, mientras que la
actividad portuaria boliviana no había tenido ni una escuadra militar, sino que era fomentada por pequeños
empresarios que paulatinamente fueron desarrollando una actividad comercial
ligada a los mercados internacionales, mucho más en el aspecto de la
importación que la exportación[vi][2].
Este
entorno socioeconómico fue el que luego desencadenó la guerra del pacífico,
puesto que en las zonas costeñas peruanas y chilenas comenzó a existir mucha
presencia de empresas extractivas del guano
y el salitre y con ello una presencia importante de población, a
diferencia de Cobija, puerto Boliviano que escasamente contaba con poca
presencia poblacional y de un pobre movimiento económico. Puerto Lamar, tuvo
una experiencia portuaria muy relativa hasta 1879, cuando cambio abruptamente
por el curso de la invasión Chilena a territorio boliviano, a Cobija,
Tocopilla, Mejillones, y también a territorio peruano tomando Tacna y Arica
para sí.
La historia de
Arica, como parte del territorio chileno, comenzó en la década de 1880, bajo
el tratado de Ancón de 1883 que
establecía la posesión de ese territorio por Chile por 50 años al cabo de los
cuales volvería a negociarse dicha posesión, lo que efectivamente sucedió en
1929, quedando Tacna con Perú y Arica con Chile. Pero el desarrollo de la zona
siempre se mantuvo en incertidumbre, según el historiador Chileno Elías Pizarro
fue desde 1953 en el gobierno de Carlos Ibañez, declarado puerto libre y la
creación de la Junta de Adelanto de Arica que implemento el desarrollo de la
ciudad, desarrollo con el que comenzó a experimentar un despegue económico, sin
embargo, luego de la disolución de esta junta en 1976 en el gobierno de
Pinochet, Arica entró en crisis hasta la fecha[vii].
El dato importante de todo este proceso es que Arica, al igual que en el siglo
XIX, a lo largo del siglo XX, se constituyó en el puerto tradicional de
exportación de minerales de Bolivia. La vía férrea Arica-La Paz permitió de
alguna manera, un movimiento comercial expectable en la zona. Por las
condiciones geográficas, es necesario reconocer, que Arica es el puerto natural
de Bolivia o una zona aledaña a ella que se constituya en puerto libre que le
de acceso al comercio libre por vía marítima.
En
un somero balance histórico se puede afirmar que Chile que tomó posesión de la
zona en la guerra de 1879, sólo explotó guano, salitre y otros minerales, en los últimos años del siglo XIX
y no tuvo políticas claras
para la zona todo el siglo XX. Hasta hoy la economía
Chilena no pudo darle a esta zona certidumbre de desarrollo, apostó por una política de histórico aislamiento del
norte Chileno, la diplomacia del statu quo, no sólo le hizo daño a Bolivia,
sino que hizo daño a generaciones de Chilenos que hoy se baten en una economía
de sobrevivencia, pudo más la visión artera de unos políticos que con ideas
antiquísimas sobre geopolítica y el “espacio vital”, apuestan a estrangular a
los países vecinos, pero a la ves a estrangular a la economía de los ciudadanos
de esta zona que son: Chilenos, Bolivianos y peruanos.
Ante
una eventual ruptura de relaciones y ante el posible cierre de fronteras, un
control riguroso del contrabando que llega a Bolivia, Arica y la zona franca de
Iquique, se verían también muy comprometida con esta medida, ya que el flujo
comercial hacia Bolivia y relativamente hacia el Perú es lo que le da vida a
esta zona[viii].
Un
análisis sereno de los estrategas de la
diplomacia chilena, boliviana y peruana, debería superar los impases
internacionales, revisar el tratado de 1904 con Bolivia, para que Bolivia tenga
libre y soberana salida al Mar y resolver favorablemente el diferendo con Perú,
una política internacional adecuada y conciliadora podría articular una gran
zona comercial tripartita, cerrando las
heridas de siglos pasados, pudiendo constituirse en el centro comercial más grande del cono sur, por donde saldría
libremente la exportación de hidrocarburos, energías alternativas, pero además,
los tradicionales minerales, plata, estaño[ix],
dando una gran fuerza a la construcción de centros portuarios, que diseñen el
futuro, pero para ello es necesario superar las mentes obtusas de los gobernantes,
de la retórica boliviana, de la pragmática chilena y la picardía peruana, que
no apuntan más que a cerrar las posibilidades de un crecimiento económico de
incalculables resultados para el siglo XXI donde la presencia en el Pacífico
enfrentará al mundo globalizado en bloques económicos y no entre países
aislados.
[i] Historiador Boliviano, docente de la
Universidad Mayor de San Andrés, publicado en el periódico, La Prensa, separta, 23 de marzo 2012.
http://www.Bolivia web.com
[iii]
Ibid.,p.2
[iv] Pentlan B., Josehp. Informe
sobre Bolivia 1826, Potosí 1975, pp.,99-110
[vi] Fernando Cajias. La provincia de Atacama,
(1825-1842), Instituto Boliviano de cultura, La Paz 1975, pp.,45-70
[vii] Elías Pizarro. Tacna y Arica
en tiempos del centenario (1910), pp., 21-34, en Alberto Díaz,
Alfonso Díaz, Elías Pizarro(Comp). Arica siglo
XX: Historia y Sociedad en el extremo norte de
Chile, Universidad de Tarapaca,
Arica 2010.
La
junta de adelanto como entidad impulsó la remodelación urbana de Arica y la
incorporación de las regiones altiplánicas. En 1964 se creó el barrio
industrial, con armadurías de automóviles e industrias electrónicas destinadas
al mercado latinoamericano, según las franquicias de la ALALC (Asociación
Latinoamericana de Libre Comercio). La población creció junto a la construcción
de nuevas obras, entre ellas, parques, hoteles, un estadio, un casino, una
piscina olímpica, el puerto, el aeropuerto y la universidad.
La
política de libre mercado suprimió las franquicias de la industria local y el
Puerto Libre, la economía ariqueña comenzó a declinar, como en el pasado remoto
el intercambio comercial en el puerto
sirvió a Bolivia y relativamente a Tacna, http://www.aricacb.com/historia_arica.html
[viii] Hoy por hoy las relaciones boliviano-chilenas
experimentan nuevamente fricciones en todos
los ámbitos, con mayor fuerza en aspectos
económico- comerciales y desde luego en el
político
[ix] Antonio
Mitre. El monedero de los andes: Región económica y moneda boliviana en el
siglo
xix, Hisbol; La
Paz.1986.
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