COMPORTAMIENTO ELECTORAL DE LOS
INDIGENAS EN
Ramiro Fernández Quisbert
Este
artículo aborda el tema de las elecciones presidenciales de 1956, en el marco
de la ley del voto universal promulgada el 9 de febrero de este año, además en el contexto
del proceso de la revolución nacional de 1952 en Bolivia. Estudiamos
el comportamiento electoral de los indígenas aymaras del área rural, en su
primera incursión en este tipo de justas electorales, analizamos la cobertura
de participación y los resultados electorales, la vigencia de los derechos adquiridos como ciudadanos, nuevos actores del hecho electoral: indígenas,
negros y mujeres, excluidas del sistema de voto censitario vigente hasta las
elecciones de 1951.
El
objetivo del estudio es, mostrar comparativamente, los cambios que se operaron
en las prácticas electorales de los
ciudadanos y de los sectores políticos, cuando irrumpen nuevos actores sociales
en este tipo de justas electorales, que legitiman o deslegitiman la presencia de propuestas políticas y de
líderes políticos que obviamente defienden intereses específicos.
Para
este estudio, hemos recurrido al análisis de
casos y al método comparativo, concentrándonos en la historia de dos
poblaciones: Chulumani, ubicada en los yungas
y de la provincia los Andes, ubicada en la zona altiplánica, ambas en el
departamento de la Paz.
El
tema electoral en Bolivia ha sido objeto
de interesantes estudios, desde el punto de vista político, histórico, sociológico
y desde el marketing electoral[2],
pero además desde la incorporación de las TICS, a la maquinaria electoral, se han visto aminorados significativamente, los
fraudes electorales que se producían usualmente en estos procesos.
En
el campo de la historia, el tema de las elecciones, ha venido de la mano, de
reflexiones sobre el tema de la ciudadanía, los derechos humanos y desde luego
la lucha política que devela las pugnas de grupos sociales por controlar el
poder. Para estos estudios es paradigmática la obra del historiador Alberto
Crespo Rodas, “La Guerra de Vicuñas y Vascongados”, que nos muestra las
primeras luchas políticas urbanas por controlar el poder en los cabildos y en las
juntas municipales coloniales producidos en Potosí en
1622, para ocupar cargos, que enfrentó a los españoles, Vascos y
extremeños, llegándose a las armas en disputa por cooptar el poder
institucional[3].
Estos
últimos años los trabajos de Martha Irurozqui, historiadora española, han
abordado estas temáticas electorales, concentrándose en los primeros años de la
república de Bolivia, que había nacido a la vida republicana con cuatro poderes: Poder Ejecutivo, Poder
Legislativo y Poder Judicial, siendo el Poder Electoral el cuarto poder. Irurozqui, para el caso boliviano, ha echado
luces sobre un tema que se manejaba,
casi como un axioma en la interpretación histórica boliviana del siglo XIX, se
decía que Bolivia era un país políticamente inestable, de muchos golpes de
estado y que dominaban unas veces los caudillos barbaros y/o los caudillos letrados,
que entraban a gobernar a través de la violencia y por tanto, estaban ausentes
las justas electorales[4].
Como ya dijimos, este extremo fue desvirtuado
por los estudios de Irurozqui y otros
historiadores[5], que
encontraron datos sobre varios procesos electorales en el
siglo XIX, en los mismos, la participación de los ciudadanos era democrática y
que por tanto los gobernantes y demás autoridades eran elegidos mediante el
voto, que había justas electorales que en muchos casos derivaban en hechos
violentos ante el fraude, era cierto, pero además se evidencia en los estudios que en esos primeros
años no existía un sistema electoral definido y que sólo gracias a la
constitución de 1878 del gobierno de Daza, aplicada en 1880 se implemento un
sistema de partidos políticos, que dio legitimidad a los grupos de interés ha organizarse
para enfrentar justas electorales, desde luego, precautelando los derechos y obligaciones de los electorales
y de los candidatos[6].
Los
procesos de ciudadanización y el voto se confunden en este sistema, porque como
en toda estructura democrática, se establecen reglas del juego y por tanto, se
aplica lo que se conoce como, el sistema censitario, que establecía que no
todos podían votar, sino aquellos que cumplan ciertos requisitos: ser
reconocido como ciudadano del Estado Boliviano,
tener cumplido s los 21 años de edad, pertenecer a un estrato social determinado por el nivel
de ingresos, por la filiación étnica, el
grado de instrucción, el sexo, todas estas variables que cobran mayor o menor
importancia de coyunturas históricamente determinadas.
Los
sistemas censitarios partían de un principio de exclusión y discriminación de
los sectores mayoritarios; los indios, los negros, las mujeres. De la vigencia
del voto censitario a la conquista del
voto universal en 1952, tuvieron que pasar varios años de lucha de estos
sectores que buscaron que el Estado Republicano de Bolivia, el reconocimiento de su condición de ciudadanía. Todos
estos aspectos acompañados de una justificación de la mentalidad de la época: No vota el menor de edad, porque no
tiene la madurez suficiente para tomar decisiones. No vota el iletrado porque
no tiene la capacidad de entender lo que está haciendo. No vota el indio porque
su capacidad mental es reducida. No vota la mujer porque es como una niña que
debe estar representada por el padre, el marido, y/o el hermano mayor[7].
El
problema que nos interesa tratar en este marco general es: ¿cómo fue el comportamiento
electoral del indígena, después de la promulgación del voto universal?, En ese contexto
global del proceso de la revolución nacional de 1952, ¿qué niveles de
participación llegó a tener el indio: como ciudadano, como elector y
eventualmente como candidato?
El voto censitario se aplicó por
última vez en Bolivia en 1951, en estas justas electorales ganó el Movimiento Nacionalista Revolucionario
(MNR), representado entonces, por Víctor Paz Estensoro, pero este triunfo fue desconocido por
el golpe de Mamerto Urriola Goitia, a
raíz del cual se precipitó la insurrección popular del 9 de abril de 1952, lo que catapulto al poder al MNR y sus
eventuales aliados, que contaron con la
fuerza de la movilización de Obreros, campesinos, artesanos y clases medias, estableciéndose en esa coyuntura un
poder dual, que como sostiene René
Zavaleta Mercado, “.. en él gobernaron
el partido y el pueblo organizado en su ente matriz, la novísima Central Obrera
Boliviana”[8]. Fue
en este contexto de medidas revolucionarias: Nacionalización de minas, Reforma
Agraria, que se implantó el voto universal, otorgando a los excluidos los
derechos y obligaciones de un ciudadano boliviano.
Contexto político de la coyuntura
James
Malloy sostiene que la revolución de 1952, fue una “revolución
inconclusa”, que no termino de consolidarse, evidentemente la crisis económica
galopante, la comibol en déficit, agotamiento del modelo del 52, empresas
descapitalizadas, la inflación elevada, las ofertas electorales apuntan a la
estabilización monetaria, para frenar la crisis, a reanudar y capitular con E.E.U.U.
Fue
en ese entorno global que el MNR convocó a elecciones en mayo de 1956, meses
antes había realizado la reforma electoral vigente casi cien años, la abolición
del voto censitario y la sustitución de mayoría simple para la elección de
diputados por el sistema de representación proporcional en circunscripciones departamentales utilizando
el mecanismo de la cifra repartidora
como fórmula de asignación de
escaños, creando la Corte Nacional Electoral, con la ley del 9 de febrero de 1956.[9]., estableciéndose como requisitos: tener mayoría
de edad de 21 años corroborado por: certificado de nacimiento, carnet de
identidad, libreta de servicio militar, u otros, documentos que permitieron
habilitar como elector a esta nueva masa de ciudadanos, pero también,
paradójicamente, se constituyeron en obstáculo para ejercer plenamente los
derechos ciudadanos, típico de Estados débiles que no lograron, censar,
registrar, carnetizar a todos sus pobladores.
Fue así como se dio en 1956
participación efectiva a los nuevos ciudadanos, que establecía la ley
del voto universal: los indios, los negros, los iletrados y las mujeres, que
asistieron a las justas electorales para ejercer sus derechos de ciudadanía por
primera vez en la historia de Bolivia. A nivel nacional, según estadísticas de
la época, El presidente Enrique Hertzog fue elegido apenas por 44.700 votos, en
1951, Víctor Paz Estensoro fue elegido por 54.049 votos bajo el sistema
censitario o voto calificado. De los 204.000 inscritos para las elecciones de 1951
se pasa a 1.119.000 electores con derecho a voto. Para 1956 se presentaron 4 candidaturas, la de Hernán
SílesZuazo del MNR que ganó las elecciones de una manera abrumadora (786.729
votos, 82%), la de FSB que postuló a Óscar Unzaga de la Vega (130.494 votos,
14%), la del Partido Comunista con Felipe Iñiguez y la de Hugo González de un
sector del POR, que consiguieron ambas menos del 2% de los votos. Siles fue
elegido Presidente y Nuflo Chávez Ortíz vicepresidente[10].
En términos reales, en elecciones bajo
el voto censitario sólo votaban 1.05 % de la población, en 1956, llegaron a
votar 25%, de la población potencialmente votante, demostrándose un avance
significativo[11].
El 17 de junio de 1956 se evidenció que
la única oposición visible era la
Falange Socialista Boliviana la hacia
apoyo se realizaron las elecciones generales donde ganó el MNR y FSB se proyectó como principal fuerza opositora.
El voto indígena-campesino en aquellas justas
de 1956, como corroboramos en las estadísticas, fue parcial, motivado seguramente por aquello de no poder
cumplir con los requisitos, pero fue contundente para el régimen nacionalista,
el gobierno revolucionario del MNR. ¿Cómo se justificaría esta contundencia?,
por dos vías, primero, porque la presencia de los partidos de oposición era mínima, eran partidos chicos como el PCB,
partido comunista de Bolivia y la FSB, Falange Socialista de Bolivia, el
partido más fuerte de oposición de ese momento, pero que a nivel de militancia
era muy pequeño. Por el otro lado, el impacto de la promulgación de la reforma
agraria el 2 de agosto de 1953 que eliminaba en los hechos el latifundio y el
pongueaje, fue definitivo, sumado al fuerte trabajo organizativo y proselitista a nivel
sindical que emprendió Federico Álvarez Plata en el área Rural, que le significó a los gobernantes una
adhesión significativa de los militantes indígenas-campesinos de las comunidades
más alejadas de todo el país, hecho que redundó en elecciones consecutivas,
siendo un capital electoral que aun hoy
da vigencia política al MNR.
Sin embargo, estas justas
electorales de 1956, abrieron heridas
profundas en el gobierno nacionalista, pues de aquí adelante, hasta 1965, las
divisiones partidarias se manifestaron dramáticamente en las áreas rurales, de
tal forma que se iniciaron agudos procesos de faccionalismo que finalmente llegaron
a la confrontación violenta, Fernando Calderón a estudiado la división política
de los indígenas-campesinos en Ucureña-Cochabamba, donde Rojas uno de los principales líderes que
inicio las organizaciones sindicales en Ucureña y Vacas, terminó enfrentándose
a sus aliados del mismo MNR, al interior de las milicias campesinas, lo propio
se había producido en Guaycho, en la
provincia Pacajes del departamento de la Paz, donde como efecto de estas
contiendas se llegó al enfrentamiento, incluso eliminando físicamente a uno de
los líderes principales de esa época, Laureano Machaca, donde se produjo una “ champa guerra”, entre líderes, los
mismos que fueran protagonistas de primera línea en la organización de los primeros sindicatos indígena-campesinos[12].
Este tema es estudiado con mucho
interés por intelectuales
indígenas, que intentan demostrar que el MNR, dirigido por gente de clase media, había
optado por eliminar a los líderes indígenas
que se oponían a sus planes,
generándose fuertes fricciones en las relaciones de clase, así sucedió con uno de los hermanos Álvarez
Plata que fue eliminado cruelmente por los indígenas, siendo uno de los
mestizos que más hizo por organizar sindicatos en el área rural de todo el
país, pues ese papel le había asignados su partido.
Estudios
de caso en las provincias paceñas nos muestran precisamente estos comportamientos
electorales de los nuevos votantes y las practicas electorales de los mismos a
lo largo de 50 años, en lo que se vivieron interrupciones democráticas, así
como reconquistas democráticas que dieron paso a nuevos procesos electorales
con algunos elementos distintos, ya sea por la presencia de otros actores, ya
por los cambios tecnológicos utilizados en los nuevos procesos, e incluso por
la presencia de veedores internacionales.
LAS ELECCIONES EN CHULUMANI (1942 –
1956)
El
sistema actual electoral modificó varios elementos de la participación política
que regia antes de 1956. A comienzos del
siglo XX, en pleno gobierno de los liberales las provincias tenían un
representante en el congreso, un diputado, que era elegido de forma directa por
la población. Las elecciones para representantes nacionales y provinciales se
efectuaban separadamente mediante el voto calificado donde solo sufragaban
personas que sabían leer y escribir y que contaban con una renta fija. Se realizaron en
Chulumani varias elecciones nacionales y
municipales desde 1884 hasta nuestros días, en las primeras participaron los
partidos conservador, liberal y democrático y luego de la guerra del Chaco, el
MNR, FSB, PIR, POR, luego de la revolución de 1952 el abanico partidario se amplió como bien conocen los lectores. En
el cuadro mostramos a los participantes en el sufragio de 1942 con el voto
censitario ó voto calificado.
Faltan los partidos que intervinieron, Klein, en el estudio de las luchas políticas en Inquisivi pude verificar la pelea entre el partido liberal y el conservador, de la misma manera en las poblaciones yungueñas los enfrentamientos entre sectores fue en muchos casos violenta.
POBLACION INSCRITA EN LAS ELECCIONES
NACIONALES
EN 1942 CHULUMANI
Oficios
|
Número
|
%
|
Industriales
Propietarios
Empleados públicos
Profesionales
Estudiantes
Comerciantes
Agricultores
Obreros
mineros
|
2
32
14
36
6
210
123
169
24
|
0.3
5.1
2.3
5.8
1.0
34.0
20.0
27.4
3.9
|
Total
|
616
|
100
|
FUENTE
: ALP, Correspondencia de Sudyungas, citado por María Luisa Soux.
Como
podemos evidenciar en el cuadro de estas elecciones estaban excluidos los
indígenas – campesinos que habitaban en las comunidades aledañas y en las
haciendas. Las elecciones municipales en las provincias siempre tuvieron
mayores complicaciones, puesto que no tenían claras sus atribuciones como ser
“. . . establecer y suprimir impuestos municipales, crear establecimientos de
instrucción primaria y dirigirlos, administrar sus sueldos . . .” . Para estas
tareas que son algunas modificaciones se mantuvieron en los posteriores años,
que realizaban justas electorales para nombrar a las juntas municipales
dirigidas por un presidente y 6 o 7
concejales estas elecciones en muchas provincias y en los Yungas especialmente
enfrentaron violentos sacudones en el periodo conservador, ya que las pugnas
con los liberales fueron intensas y lo propio ocurriría con los enfrentamientos
de los republicanos a partir de 1915.
El
panorama electoral cambió con el advertimiento de la revolución de 1952, el
decreto supremo que abolió el voto calificado y aprobó el voto universal amplio
de gran manera el universo electoral de
Chulumani y de toda la provincia,
además, definió la elección de
representantes nacionales en un sola lista partidaria, eliminando la votación
por separado de los representantes provinciales y es más elimino la
representatividad provincial directa en el congreso. En Chulumani por ejemplo
en 1956 se triplicó la participación de los electores, si en 1946 eran solo
116, catorce años después llegaron a la suma de 2383 los inscritos en los
comicios. Además también cambio la orientación del voto, si anteriormente los
votos mayoritarios iban hacia las fuerzas políticas liberales y/o a las republicanas, ahora por influjo del voto
indígena – campesino, era el MNR el que capitalizaba los votos abrumadoramente,
tal como muestran los datos de Chulumani enviados ese año mediante correo oficial de la prefectura.
RESULTADO DE LA VOTACION EN CHULUMANI 1956
Partidos
|
Nº votos
|
MNR
FSB
PCB
NULOS Y BLANCOS
|
1607
420
24
332
|
Total
|
2383
|
Fuente:
Correspondencia de la subprefectura de sud yungas a la
Prefectura de La Paz
Los
resultados de aquellas elecciones permitieron la relación del MNR a la cabeza
de Hernán Siles Suazo, como afirma Mario Rolón Anaya, en la elección de 1956 se
puso en vigencia el Estatuto en el que se trata de normar los procedimientos
que mejoran la práctica del voto universal que reemplazo al anterior sistema electoral basado en el voto calificado.
Las posteriores elecciones pese a las maquinitas fraudulentas montadas,
permitieron la participación mayoritaria de la población hasta nuestros días,
con nuevos problemas y nuevos desafíos[13].
Elecciones en la provincia los Andes
El sindicalismo, Los partidos y las
Autoridades locales
La
relación de los sindicatos campesinos con los partidos políticos, ya se hizo evidente en las movilizaciones
anteriores a la reforma agraria, pero se hicieron mucho más efectivas con el
triunfo de la revolución y lo mismo sucedió con las autoridades políticas
provinciales. El MNR, ocupó todos los cargos políticos inclusive los de secretarios
generales de los sindicatos y los comandos del partido ocuparon situaciones de
poder.
El
2 de Junio de 1952, Núflo Chávez Ortíz, alto dirigente del MNR, hizo un
recorrido por las haciendas de la provincia, exhortando a los hacendados a
cumplir los decretos de Mayo de 1945, mientras que el 28 de Agosto en la
población de Aygachi, se realizó una concentración de 2000 campesinos en apoyo
al gobierno y el 5 de diciembre, se posesionaba la primera directiva de la
central Patamanta, que agrupaba a 3000 campesinos, luego la misma central organizó
el regimiento campesino ( milicias campesinas) Germán Busch primero de
Caballería , que contaba con mil plazas, que se hizo presente en el primer
aniversario de la revolución del 9 de Abril del 53[14]
Estas
movilizaciones impulsan el decreto de la reforma agraria, a partir de ello
crece la presencia de campesinos en el ámbito político, pero se deja advertir
las primeras contradicciones en las elecciones de 1956.
El
20 de junio de 1956, el sub – prefecto Angel Rivera Durán, en carta al prefecto
Max Mendoza López, informa que inició una campaña especial para crear la
plataforma de lucha re-eleccionaria, junto con el jefe de comando y el
secretario general de la
Federación de
campesinos y otras autoridades, pero eso hace notar que otras personas que se
decían militantes del MNR; hacen proselitismo por la oposición. En esta carta
indica que el MNR salió triunfador con los siguientes votos:
CUADRO I
ELECCIÓN
DE 1956 PROVINCIA LOS ANDES
Partidos políticos
|
Votos obtenidos
|
MNR
FSB
POR
PCB
|
18.578
585
16
_8
|
Total
|
18.087
|
Fuente: ALP. ALP
CP. Prov. Los Andes 1956, Carta del Sub – prefecto a la prefectura, el 20 de
junio
Mostrando la situación
pormenorizada en la capital de provincia podemos observar la abrumadora
votación de los nuevos electores por la fórmula del MNR.
CUADRO II
ELECCIÓN
DE 1956 PROVINCIA LOS ANDES
Provincia
y algunos cantones
Cantones
|
Partidos políticos
|
Resultados
|
Pucarani
|
MNR
FSB
|
4.137
votos
177 votos
|
Puerto
Pérez
|
MNR
FSB
|
180 votos
2 votos
|
Laja
|
F
MNR
FSB
|
3.439 votos
139 votos
|
Fuente: ALP CP. Prov. Los Andes 1956,
Carta del Sub – prefecto a la prefectura, el 20 de junio
Estos datos son muestra contundente
de que el voto universal, favoreció directamente al MNR, y que los campesinos
incuestionablemente fueron aliados. Pero no están ausentes las contradicciones
políticas, por Laja, por ejemplo, un
militante del PIR, Víctor Ríos es impugnado por las autoridades por sacar
denuncia en contra del corregidor, lo propio ocurre en Batallas, donde los
campesinos ejerciendo su poder de decisión, expulsan al corregidor Félix
Cutili. El conflicto de las autoridades y Víctor Ríos en Laja, será una
constante hasta 1959.
Estos
conflictos no sólo se presentan a ese nivel sino también en la relación entre
autoridades y sindicatos. El 25 de Septiembre de 1957, el Sub – prefecto
Bernardino García, en un informe a la prefectura sobre el II congreso de
campesinos de la provincia Los Andes,
menciona que Carlos Mercado se autonombró presidente del presídium, pese
a las manifestaciones [15]contrarias
y se dio la libertad de reclamar sobre el trato a los visitantes a Pucarani e
inculpó de abusos de parte del Sub – prefecto a los campesinos. Por otra parte informa,
que Angel Mendoza resultó elegido secretario ejecutivo de la federación
provincial de Los Andes pese a que existía contra él, un proceso judicial
seguido por los dirigentes de Guarisuyo por incautación de dineros que llegaban
a la suma de 150.000.000 Bs. y 80.000.000 Bs.
Lamentablemente,
no contamos con información sobre la discusión al interior de los congresos,
por tanto no podemos saber sobre el tipo de discrepancias políticas entre los
campesinos en esa época. Los principales dirigentes en esa época fueron Angel
Mendoza, Pablo Conde, y Lorenzo Sangalli Laruta, los que a lo largo de los años
ocuparon distintos cargos, hasta la actualidad, aunque ya fallecieron algunos años atrás.
Las elecciones de 1956, un análisis
comparativo
En
ambos casos es bueno señalar algunas características del fenómeno electoral que
nos muestre similitudes y diferencias.
Similitudes
Los
resultados en ambos casos, nos muestran el triunfo arrollador del MNR, con muy
baja votación para los otros participantes.
Diferencias
Es
bueno hacer notar que a lo largo de la historia de las provincias, las zonas
altiplánicas, tienen mayor concentración de población que las zonas de valle y
los yungas.
El
nivel de votos a favor de las expresiones de derecha como FSB, tiene mayor apoyo
en las tierras bajas .
V. CONCLUSIONES
Esta investigación sobre las estrategias de poder
en el campo; de ninguna manera se
constituye en el resultado final; sino en algunas observaciones preliminares sobre la realidad social de la
provincia Los Andes, en este marco se deberían hacer las siguientes
consideraciones:
a) No
se puede estudiar la historia de los sindicatos campesinos aislándola de su
entorno social, de su accionar en las redes del poder local; lo que nos indica
que el límite geográfico de la provincia Los Andes, es artificial y el accionar
de las fuerzas sociales la excede. Sus relaciones fuera de articulaciones con
la ciudad, se articula estrechamente con las provincias Omasuyos, Ingavi y
Murillo, relaciones que probablemente expresan la manifestación de un poder
regional más amplio.
b) La
ausencia de fuentes es alarmante; su destrucción indiscriminada por diferentes
medios dificultan el estudio; sin embargo, el esfuerzo es válido, pues el
recrear su proceso histórico nos podrá hacer comprender la direccionalidad de
las fuerzas sociales en el presente.
c) En
el trabajo que les presentamos, uno de los temas centrales es el del fenómeno
de intermediación, principalmente
política. El accionar de personas no campesinas en las redes de poder local;
señalando a la intermediación en el periodo pre y post 52; y la Contemporánea ,
intermediación desde la década del 60 con las instituciones. Este estudio es un
acercamiento inicial al fenómeno; no ha sido tratado con mucho rigor por la ausencia de fuentes; pero la
hipótesis que sustenta esta reflexión es que “Las redes o circuitos de
intermediación política, han servido en el campo, para la explotación abierta o
solapada del campesinado. Es cierto que en muchos casos contribuyeron a su
avance, pero también las más de las veces
fueron un freno, su límite, la distorsión de su lucha”.
d) El
cuerpo de información con el que contamos nos permitirá pasar a otra fase de la
investigación, la búsqueda de información “no oficial”, rescatar la historia
oral, que más que una simple técnica, permite que la historia sea recreada por
los mismos actores; con su visión de los hechos sociales; con su evaluación
desde abajo; esta es la fuerza real de la historia. A ella por eso la temen los
defensores del sistema, los “
imagineros” de izquierda que recitan paradigmas ajenos, y los nacionalistas
demagogos que con el ardid de la “ Alianza de clases”, pretender limar
asperezas irreconciliables.
FUENTES
ALP.
Expedientes de la prefectura
ALP.
Correspondencia de la prefectura
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[1]
Ponencia preparada para el
encuentro en Ecuador 2012, el autor no pudo
asistir.
[2]
Salvador Romero Ballivian,
Carlos Cordero Carafa, Máximo Quisbert, Martha Irurozqui, otros.
[3]
Alberto Crespo Rodas. La guerra de Vicuñas y Vascongados
[4]
Aranzaes, Dankerley
[5]
Estudios sobre elecciones
[6]
Martha Irurozqui. La armonía de las desigualdades.
[7]
Rossana Barragan. Espacio urbano y dinámicas étnica. La Paz en el siglo XIX,
Histbol, La Paz, 1990
[9]
Mayorga p. 341
[10]
www.Bolivianet.
[11]
Bolivia, 10 años de
revolución. P.75,76.
[12]
Pedro Portugal, Pedro
Callisaya, Tatiana Tacachira, otros
[13]
Rolón Anaya
ALP
CP. Prov. Los Andes 1956, Carta del
corregidor de Laja al prefecto, ahí el
prefecto comunica al sub
– prefecto
provincial, la decisión de los pobladores de Batallas de exhonerar a Félix
Cutili.
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Prov. Los Andes 1957, informe al Sub – prefecto al prefecto, sobre el II
Congreso Campesino de