Artículo publicado en la Revista Mururata, nro. 2, ed. FUNDACIÓN SARTASXAÑANI,
La Paz, 2019.
WARMIS VALIENTES:
LAS
CHOLAS Y LA REVOLUCION SOCIAL BOLIVIANA
Ramiro Fernández
Quisbert
Resumen
El artículo
hace una reflexión sobre la participación de la chola en la historia política
contemporánea. Escudriña en los intersticios de los criterios de
descalificación de la chola de la sociedad colonial blanco-mestiza, para
descubrir el real significado de la presencia de ella, en la vida política
nacional y los logros y fracasos que vivieron estas mujeres como población y
como líderes, cholas que enfrentaron todo un muro de discriminación
étnico-racial, social y de género. Consideramos la historia de las cholas,
relevantes, en la historia sociopolítica reciente y hacemos algunos apuntes
respecto de los mecanismos de inserción que canalizaron para llegar a cumplir
estos roles, en la política boliviana, aún invisibilizadas por una historia
oficial y patriarcal, que pretendió encubrir con un manto el verdadero accionar
de estas Warmis Valientes.
Palabras claves:
Participación política- chola-
discriminación- género- historia de la mujer- intermediación.
Introducción
Fue así, que a diversas personas las apodaron
como chola, por su comportamiento “errático o exagerado” en sociedad, por
ejemplo, en sus afanes políticos a Amalia Pando la tildaron como “La chola
Pando”, por bocona y deslenguada. Los artistas del teatro nacional,
frecuentemente mencionan a la chola y la representan en la mayoría de los casos
de forma grotesca, como mujer vulgar, ignorante, de lenguaje burlesco y poco
edificante, y como tonta, menor de edad, como en la Rupertita, Tralala, Chaplin
Show y la misma Jenny Serrano, como “chola transformer” en la sargento Chucha
Condori, y no se salvan, los de confidencias, de radio panamericana en esa
desvalorización, y en otros casos, la representan amable y vivas, como es el
caso de la imilla Salustiana, personaje emblemático de David Santalla y la
mujer sacrificada y sufrida representada por Agar delos.
Todas esas
representaciones negativas y positivas, lo único que demuestran es que la
chola, es un personaje central en la vida del país, y no se puede ignorar su
participación en todos los ámbitos de la sociedad, y como no, en la misma
política y lucha social.
Un video sobre
la organización de las mujeres cocaleras en el Chapare, que muestra a Leonilda
Zurita en su papel de líder organizadora, atrajo a mi memoria, una cantidad de
nombres de cholas luchadoras en la historia boliviana, mujeres valerosas que en
varias coyunturas, fueron protagonistas de primera línea. La chola Gandarillas
en la lucha por independencia; en la historia del sindicalismo la florista
anarquista Catalina Infante; María Barzola de las luchas mineras y las cholas
Barzolas de la revolución del 52; la Chola Remedios Loza, y su participación política en el parlamento, la
chola sindicalista cocalera Leonilda zurita, la Silvia Lazarte de la
constituyente y las Bartolinas de la
democracia y las cholas del proceso de cambio actual, marcan hitos de la
historia de las luchas sociales en Bolivia.
Existen
varias referencias sobre la chola en la colonia, la mujer aymara o quechua, que
usaba axu originalmente, mujer a la que llamaron india, a la que en el siglo
XVII le impusieron la pollera, es decir, le cambiaron el axu por la pollera
española, y la denominaron “Chola”. Varios estudios sobre el tema, han sido
realizados por historiadores, antropólogos, sociólogos, pongamos como ejemplo
los trabajos de Mary Money (2016)“La
vestimenta en Chuquiawu Marca y sus procesos culturales (170-1930 d.C.) y
de David Mendoza Salazar(1983) “La chola:
Símbolo de identidad paceña” y otros[1],
donde se hace mención a la chola en el largo proceso histórico, en el que las
cholas fueron cobrando un papel protagónico en la historia. En un contexto
general se menciona a la chola como mujer dedicada a cumplir con los servicios
personales, su rol como mi’tani de las haciendas, los obrajes, así también en
su rol de luchadora, como Bartolina Sisa, Gregoria Apaza, con su participación
en ese largo proceso de independencia.
La chola va
apareciendo con más fuerza en los relatos del siglo XIX, en el proceso de lucha por la independencia no se registra la presencia
de un número significativo de mujeres cholas, aunque en la vida cotidiana ya se
nota su presencia en el comercio y diversos trabajos, eso es evidente a fines
de siglo. Entre los libros empastados con tapa dura correspondientes a los
padrones y revisitas de la provincia Cercado (Murillo) de fines del siglo XIX,
nos encontramos en el Archivo de La Paz
con un libro matriz del Censo de
Población realizado en el departamento de La Paz en 1877. Entre los datos existentes en dicho
documento primario nos interesaron los referidos a los oficios que realizaban
las mujeres, debido a que muchas veces se escucha afirmar que ellas solo se
dedicaban a las labores de casa y que eran en muchos casos de menor importancia
que los oficios de los varones en la sociedad paceña.
Revisando detenidamente los datos
estadísticos que proporciona el libro nos pudimos percatar de varias cosas que
llaman poderosamente la atención, al hacer un análisis de la vida cotidiana de
la sociedad paceña de fines del siglo
XIX. Un dato curioso del censo
de 1877 que constatamos es que predominaban en ese tiempo en la ciudad las
mujeres, de un total de población de 18.693, los varones eran 8.088 y las
mujeres 10.605, una diferencia de
2.517. A la inversa en el área rural los varones eran 109.621 y las mujeres
79.621, total 189,242, con una diferencia de 30.000 habitantes. Algo que llama la atención es que las mujeres
de élite no se hallan registradas en ninguna categoría o indicador laboral y si
aparecen cuando se las registra bajo la variable de raza: Se reportan a 15
mujeres europeas, 3.745 hispanoamericanas, 4.908 mestizas, 1.820 indias y 117
zambas.
Analizando el
mercado laboral que ocupaban las mujeres en la ciudad de la Paz podemos
observar que las mujeres no sólo se hallaban en el área de labores de casa, en
los distintos cuarteles del área urbana se registraron mujeres dedicadas a
diversos oficios productivos, comerciales y de servicio, en cada ámbito podemos
corroborar mucha actividad.
De donde
podemos inferir que la mayor parte de las mujeres que tenían algún oficio eran
mestizas, indias o zambas, pues cuando se aborda el tema económico y ámbito
laboral encontramos los distintos oficios a los que se dedicaban ambos géneros,
en este caso, los oficios tradicionales de carpintería, herrería y otros, eran
oficios de varones, pero aquí lo interesante es que en el registro del libro
censal contempla los oficios a los que se dedicaban las mujeres en esos años
del último cuarto del siglo XIX.
En el siguiente cuadro podemos
observar los distintos oficios a los que se dedicaban las mujeres, Los
distintos oficios también denotan
estratificación social, es el caso por ejemplo de las monjas y las
institutrices y las Costureras que probablemente eran mestizas y otros como
cocineras o hilanderas que eran más oficios de indígenas, muchas de ellas
estaban ubicadas en el ámbito del
comercio y otras en la producción y los servicios, lo que nos indica
fehacientemente que el rol de la mujer en la economía fue muy importante.
Oficios de las mujeres en 1877
|
||
Área productiva
|
Área comercial
|
Área
Servicios
|
Labradoras
Hilanderas
Colchoneras Tejedoras veleras
Bordadoras
Cocineras
Panadera
Pollereras
|
Chicheras
Fruteras
Cafeteras
Floristas
Chocolateras
Regatonas
Dulceras
Confiteras
Escabecheras Salmoneras cigarreras
|
Monjas
Institutriz
Pulpera
Domésticas Lavanderas
Sirvienta
|
Fuente: Elaboración propia en base al libro
9, prov. Cercado de 1877. ALP.
En el caso de
las mujeres indígenas del área rural se las registraron como no contribuyentes,
el total de las mismas era de 79.655, de
las cuales 15.379 eran niñas, 7.293 solteras, 53. 797 casadas, 3.226, viudas, siendo solo los contribuyentes varones de 18
a 50 años, y en algunas notas las mujeres se hallaban registradas como
labradoras, una falacia e invisibilización del rol de la mujer en la sociedad
conservadora y liberal que hacen las políticas estatales en este periodo, sobre
la que reflexionan Rossana Barragán (2.000) y Silvia Rivera (2010), con datos
del siglo XIX y XX cuestionando a la sociedad patriarcal.
En conclusión este censo de población de La Paz nos muestra a
la
mujer inmersa en la actividad cotidiana de la sociedad
paceña, actividad socioeconómica en la que desempeñó en esos años, como hoy lo
hace con mayor intensidad, claro está con notorias diferencias en cuanto a la
estratificación social, no se puede identificar en la matriz de este libro
censal a que se dedicaban las 15 europeas y las 3.745 hispanoamericanas registradas, si solo eran esposas e hijas de
las élites y vivían cómodamente en sus casas de haciendas o en sus casonas de
la ciudad, en cambio los nombres específicos de los oficios indicaban la
ocupación de esas tantas mujeres mestizas, indias y zambas, en el área urbana y
en el área rural.
De esta
población un buen porcentaje eran cholas urbanas y rurales, ya en el siglo XX
no disminuyeron, no sólo se mantuvieron, y se insertaron mejor en la vida
cotidiana de las urbes sino que hasta fueron personajes importantes del arte y
la literatura, así no los explica el sociólogo Salvador Romero Pittari en su
libro "Las Claudinas"(1998), donde recordando a estas protagonistas
de las novelas famosas, esboza un
retrato de la chola, como una mujer que hace todo por su familia, dice, “las
cholas se sacrifican para que sus vástagos asciendan de clase, asumen su papel
abnegado, pero a la larga es una lucha silenciosa así en el tiempo lograron que
sus familias lleguen a tener movilidad social y logran tener espacios de
poder”, está descontado decir que algunos negaron las polleras, luego de
hacerse parte de las élites de poder.
En los estudios de la guerra del pacífico de
1879 se registra la participación de muchas mujeres llamadas "Las rabonas",
cholas tarijeñas que fueron en el ejército algo fundamental, pues acompañaron a
los soldados en la logística y que entregaron su vida para defender la patria.
Al despertar las primeras décadas del siglo XX, las mujeres ya se fueron
organizando, fueron parte de las mutuales y de los sindicatos. Al despertar las
primeras décadas del siglo XX.
En la guerra
del Chaco se las vio igualmente, apoyando como parte de la logística, pero ya
con mayores niveles de participación social, mejor organizadas en torno a la
defensa de sus derechos, donde paulatinamente, se fue gestando en Bolivia una
verdadera revolución social donde también la mujer de pollera sería un sector
preponderante. Se sabe que las comerciantes y artesanas en los años 40, estaban
totalmente organizadas, estas Cholas Anarquistas de la Federación Obrera
Femenina, las FOF que existían en varios de los departamentos del país[2].
Una destacada dirigente de ese momento fue la chola Catalina
Infantes, que junto con otras mujeres, protagonizaron los episodios más
importantes de la organización y la movilización política de esos años, hoy
contamos con importantes estudios sobre su actuación Silvia Rivera y Zulema
Lehm, recuperaron datos sobre su trayectoria, así también en Dibbits I. (1989),
en su libro, Agitadoras de buen gusto.
Historia del Sindicato de culinarias (19351958), se escudriñan aspectos
relevantes de este proceso. Luego vendrían las reflexiones sobre el papel que
cumplieron las cholas en la etapa prerevolucionaria, mencionándose ese infausto
episodio de masacres en las minas y la participación de las cholas en las
luchas sociales. Se estudia a la chola María Barzola que en 1942 en la masacre
de Catavi se convirtió en una leyenda, la Chola María Barzola que marchaba al
frente de la movilización de mineros y que heroicamente entregó su vida,
defendiendo los derechos colectivos.
En 1947, en documentos judiciales, encontramos datos sobre
240 indígenas colonos de las haciendas de Tacanoque y Carapata de la provincia
los Andes, del departamento de La Paz, confinados en el Ichilo (Santa Cruz), y
la pregunta que hicimos, no se dejo esperar, ¿qué fue de sus familias, de
mujeres y niños?, la respuesta que encontramos en los documentos fue, que ellas
y sus hijos fueron expulsadas de las haciendas, quemados sus hogares y en
algunos casos, las violaron e incluso, las mataron, aún nos falta descubrir
esas historias y heroicas luchas de las cholas anarquista[3].
Con estos ejemplos de las
cholas organizadas en distintos puntos geográficos del país, que luchaban por
sus derechos a la educación y sus derechos políticos y civiles, desde la década
del 40, sabemos que ellas protagonizaron grandes movilizaciones, que luego las
ligaría al gobierno de la revolución nacional.
La chola y la Revolución social boliviana
El 9 de abril de 1952, fue la culminación de todo un proceso
de acumulación social. El MNR tuvo en las cholas Barzolas, un sustento popular,
que defendió el régimen, pero que también sirvió de grupo de choque, junto con
San Román, protagonista de la represión de régimen, no sólo de la oposición
falangista, sino de sus propios militantes, que pasaron a filas críticas u
opositoras. Las cholas Barzolas fueron conocidas como las matonas del régimen,
Antezana(1994) las nombra en sus estudios y recuerda el departamento político,
donde también participaban estas mujeres del régimen entre cholas aymaras de
origen, y las birlochas o chotacholas.
Con la caída del nacionalismo revolucionario, la frustración
y termidor, vino la dictadura militar, al igual que todos los movimientos
sociales, las cholas, participaron en todos los ámbitos sociales, pero de una
manera muy controlada y relegada al rol que le dieron las cúpulas militares
“machistas”y la propia sociedad
conservadora, pese a ello, la mujer aymara, quechua y tupiguarani, se involucró
en todas las luchas sociales.
En los años 80s, la crisis económica más dura de nuestra
historia republicana reciente, de 1982-1985, recayó en las mujeres, al ser
echados los varones de sus trabajos por la relocalización, pública y privada,
la mujer se vio obligada a buscar el pan del día en las calles, insertándose al
mercado informal, como comerciante minorista, contrabandistas y mil oficios,
para sobrevivir, fue al fragor de esta lucha por la vida, donde se gestó un
gran cambio en la participación de la mujer y específicamente, de la chola
boliviana. Fue en este contexto sociohistórico que del programa radial “Sabor a
tierra” y “La Tribuna libre del pueblo”, canal 7 y radio televisión Popular
(RTP), surgió la comunicadora Remedios Loza, que se convertiría en la primera
mujer de pollera parlamentaria[4],
acompaño a Carlos Palenque, que dio vida al partido político Conciencia de
Patria (Condepa) y desde luego, como heredera política, hizo que el partido
existiera, hasta que por problemas internos llegaría a su fin.
Esta participación de Remedios Loza influyó de manera
determinante, para que otras mujeres de pollera, llegaran a visualizar una
agenda de defensa de derechos de participación social, política, para la chola
boliviana llegue a ocupar distintos
cargos: presidenta de la constituyente como Silvia Lazarte, prefectas, como
Sabina Cuellar en Chuquisaca, alcaldesas, concejalas como Bertha Acarapi,como
autoridades.
En el proceso político de los últimos 30 años, el papel de
la chola fue relevante. Las cholas se
organizaron mucho mejor con la apertura democrática y a lo largo de la historia
política reciente, lograron la anhelada inclusión, así desde las organizaciones
de base de las mujeres surgieron lideresas
en las organizaciones de campesinos, obreras, amas de casa, clubs de
madres, juntas escolares, dónde las cholas son mayoría, así podemos mencionar a
la organización de las Bartolinas en el área rural, específicamente a las
cocaleras, de los yungas y el Chapare, las comerciantes informales organizadas
en enorme cantidad de denominaciones, para defender sus puestos de trabajo.
Como efectos de la crisis política y social de fin de siglo
XX e inicio del siglo XXI, la participación de la chola en política y los
movimientos sociales se fue acrecentando, así como fruto de la guerra del agua,
la guerra del gas, se abrió la puerta al debate de una nueva asamblea constituyente
y luego de una nueva constitución, la asamblea eligió como primera presidenta a
Silvia Lazarte, de Santa Cruz, cómo dato sui generis, en Bolivia y toda
Latinoamérica, en su doble condición de discriminada, como mujer e india de
pollera.
En el decurso de la lucha
política también surgió desde las bases cocaleras del chapare Leonilda Zurita
una chola valerosa que con su empeño logró ser parte del proceso de la
organización MASIPSP y desde entonces tenemos, se incrementaron las
parlamentarias, alcaldesas, concejales, abriéndose paso en todos los niveles de
participación, como bien sostiene, Vargas Guerrero, Elvis.
“Las mujeres al poder” en el periódico “La Razón”. La Paz,
Bolivia. Lunes, 4 de
RTP y los sectores populares
urbanos en LA Paz. La Paz: Instituto Latinoamericano de Investigadores
Sociales y Centro de Estudios & Proyectos.
noviembre de 2013. A3.
Conclusión
Pese al
estigma social, la chola cumplió su papel en la historia del país, como, madre
y esposa, cabeza de familia, la mujer, ha sido un factor muy importante en el
proceso de la revolución social en Bolivia y desde luego, su presencia política
fue de menor a mayor, en el curso de los últimos 50 años.
Como vimos en
el desarrollo del tema, la chola inserta en los movimientos sociales ha logrado
consolidad sus derechos civiles y reconocimiento cultural, además de su plena
participación política.
Es necesario que la investigación histórica
y de ciencias sociales, tomen en cuenta el estudio de este segmento mayoritario
de la mujer de pollera.
Fuentes
ALP/PR,
provincia cercado, 1877, censo de población de La Paz.
Bibliografía
Mendoza Salazar, David. “La chola: Símbolo de identidad paceña”. Unidad
de Patrimonio Intangible. Oficialía Mayor de Culturas. La Paz, Bolivia. 2012.
Rivera
Cusicanqui, Silvia y otros. “Ser mujer
indígena, chola o birlocha en la Bolivia postcolonial de los años 90”. Ministerio
de Desarrollo Humano. Secretaria de Asuntos Étnicos, de Género y
Generacionales. Subsecretaria de Asuntos de Género. Plural editores. La Paz,
Bolivia. 1996.
Seligmann, Linda. “Estar entre
las cholas como comerciante “en la Revista
Andina Nº32. Cusco, Perú. 1998. Pp. 305-361.
Hemerografía
“20 cholitas se unen a la
guardia vial” en el periódico “La Razón”. La Paz, Bolivia. Jueves, 21 de
noviembre de 2013. A16.
“Choferes acatan ordenes de las
guardias cholitas” en el periódico “La
Razón”. La Paz, Bolivia. Jueves, 21 de noviembre de 2013. A2.
“Documentos desclasificados” en el periódico “La Razón”. La Paz, Bolivia.
Jueves, 14 de
noviembre de 2013. A2.
Vargas Guerrero, Elvis. “Las
mujeres al poder” en el periódico “La Razón”. La Paz, Bolivia. Lunes, 4 de
noviembre de 2013. A3.
Webgrafía
Baldivieso, Gina. “La chola paceña ya es
patrimonio cultural” en el periódico “La
Razón”. La Paz,
Bolivia. 1 de noviembre del 2013..
Fuentes orales y entrevistas realizadas
sobre el tema,
Santos, Inés. 30 de abril del 2017.
Taca, La Paz, Bolivia, Uría Flores, Augusto. 11 de junio del 2016. La Paz,
Bolivia.
[1]
Véase la bibliografía que presenta Irenia Chura, sobre el tema más adelante.
[2] Rivera Cusicanqui, Silvia y
otros. “Ser mujer indígena, chola o
birlocha en la Bolivia postcolonial de los años 90”. Rivera, S., Lehm, D.
A., PaulsonS., Yapita J. (1996). Ser
Mujer indígena, chola o birlocha en la Bolivia post- colonial de los años 90.
Ministerio de Desarrollo Humano. S. Nal. De Asuntos étnicos, de género y
generacionales. La Paz.
[3] En una trabajo de
investigación sobre el tema, estudiamos
a los indios anarquista del 47, precursores de la revolución nacional de
1952.
Saravia J., Sandoval G. (1991). Jach`auru: ¿La esperanza de un pueblo?
Carlos Palenque,
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