DESCOLONIZACIÓN DEL QUEHACER
HISTORIOGRÁFICO EN BOLIVIA
Ramiro Fernández Quisbert[1]
En estos días, de “ celebración del bicentenario de nuestra libertad”, mucha tinta se ha gastado en interpretar los acontecimientos de 1809, la gesta libertaria, disparando por distintas direcciones, desde distintas perspectivas teóricas, esto al parece ha ayudado a complejizar más la comprensión de lo que realmente sucedió.
Se habló de Murillo héroe, de Murillo asesino, de Murillo traidor, en fin de 200 años de libertad, de 200 años de opresión, de Tupac Katari, Bartolina Sisa, reales héroes de la independencia, lo que nos trajo mucha confusión, demostrándonos, que tanto hoy, como ayer, no nos ponemos de acuerdo. Que nuestra diversidad fue y es un elemento con el que tenemos que convivir todo el tiempo.
Para el consuelo de todos no somos la única sociedad con estos problemas, sino, una de tantas. Es que la lectura de las sociedades pasadas ó presentes, responden a cosmovisiones, a intereses políticos, a paradigmas teóricos, a prejuicios a criterios personales. y esto es insalvable. Tal parece que no nos vamos a convencer entre moros, indígenas y cristianos, por el momento, por razones de reflexión quiero hablar del proceso de descolonización del quehacer historiográfico en Bolivia.
Como se darán cuenta ya partí con una hipótesis de trabajo “En Bolivia el quehacer historiográfico responde a visiones colonizadas” .
Desde la filosofía de la historia, la teoría de la historia, la misma metodología de investigación, la identificación de problemas de investigación y hasta el financiamiento de la tarea investigativa esta intermediada por una visión eurocentrica y/o occidental. Vamos a identificar, por el momento tres líneas de interpretación de la historia que ha estado vigente en estos últimos años.
HISTORIA POSITIVISTA-DOCUMENTALISTA
Una línea tradicional, que con matices y más o menos ingredientes se enmarca en la historia narrativa, positivista-documentalista, con temáticas socieconómicas tipo escuela de los Annales, en muchos casos pro hispanista, estos últimos 30 años, representada por la academia de la historia, la carrera de historia de la UMSA, la sociedad de la historia, que como tema central pretende resaltar el encuentro cultural entre indios y blancos y hoy priorizando el Mestizaje, cultural, biológico-racial, económico y sociopolítico.
En 1998, Fernando Cajías haciendo un balance del avance de la historiografía en Bolivia, mencionaba que en estos últimos tiempos se estaba realizando una historia científica, desde la incursión de Alberto Crespo, Vázquez Machicado, Gunnar Mendoza, y consecuencia de ello fue la apertura de perspectivas de análisis en la historigrafía, abandonando la visión política se centró en la aspectos socioeconómicos, tipo escuela los annales, la etnohistoria, Murra, Waldemar Espinoza, o la línea marxista de Sempat Assadourian, etnohistoria e historia regional, así se abordaron temas de historia de indígenas, la historia de las oligarquías, la historia de las mentalidades, la historia de las mujeres. En la mayoría de los casos esta apertura temática, no llegó acompañada de nuevas teorías, sino se enmarco en la sola compulsa de documentos, con total falta de reflexión crítica y concentrándose en la recopilación de fuentes documentales, elaborando monografías descriptivas, sin interpretación básica, siguiendo sospechas e hipótesis de marcos categoriales extraños, venidos de los llamados bolivianistas, americanistas, que no tienen la culpa de nuestro bobarysmo, nuestra manía de imitar, pero que desde luego son parte de un aparato, una infraestructura mundial de investigación, que en muchos casos nos impone líneas de investigación, temáticas y hasta metodologías, pues tienen el sartén por el mango, la gallina de los huevos de oro, que pone huevos para grupos concretos, vacas consagradas y no en concursos democráticos pese al proceso de cambio y la pretensión de construir un Estado Plurinacional, que en sus políticas en cuanto a historia e historiadores se refiere, es puro discurso, no tiene equipos de historiadores, investigadores para debatir sobre el Mar, ni sobre el Silala, sino improvisados “analistas políticos”, sin formación en investigación histórica en relaciones internacionales, en síntesis no tiene políticas sobre esta materia, no debemos negar, que se ha avanzado algo, pero ese afán de encasillar esa historiografía a un trabajo de elites intelectuales le ha restado mucho de su esencia.
LÍNEA CRÍTICA-TEÓRICA NEOMARXISTAS –POSMODERNISTA
Una línea crítica-teórica, muy vinculada a procesos de reflexión filosófica representada, por teóricos neomarxistas, influidos por la Filosofía de la Liberación, y los problemas del presente propiciada más bien por sociólogos y politólogos, como Tonni Negri, E. Dussel, Zemelman en el caso de los extranjeros y R. Prada, Juan José Baustista, Luis Tapia, Alvaro García Linera, en el caso de los nacionales. La dialéctica. Filosofía y ciencia social, filosofía e historia. colonialidad y Descolonización, son algunas de la temáticas que suelen abordar.
En la mayoría de los casos, quienes se hallan embarcados en esta línea de praxis investigativa, no son historiadores de profesión, no son muy amigos de las fuentes primarias y los documentos, sino más bien de la especulación teórica, pocos de ellos habrán liado, con el sopor del papel húmedo, con el polvo de los muertos o el moho putrefacto de los tiempos, no conocen a los bichos de archivo y bibliófilos, o al gran Totum ídolo del archivo de la Paz, obtienen sus datos de dos fuentes principales, los libros de los historiadores y algunas encuestas del INE, o finalmente hacen sus propias encuestas como fuentes primarias. Y su segunda fuente, son los escritos teóricos desde Sócrates-hasta Toni Negri o Dussel, Zemelman, los últimos teóricos que impactan en este proceso de cambio, aunque ellos, devienen desde los años 70, en estas correrías revolucionarias y liberadoras, planteado la “descolonización”. abordan temáticas de historia y descolonización, en sus reflexiones nos cuentan que para ellos Marx no a muerto, como pretendieron hacer creer los Fujuyamistas neoliberales, internos y externos, según ellos Marx estaba de parranda y ahora ha vuelto con más fuerza en la crítica a este capitalismo salvaje, que en estos nuevos procesos debemos leer mejor a Marx, al joven y al viejo, que no habían leído bien en los años 70, que él no era materialista, como decía la academia de la URSS, los Stalinistas y Trostkistas, que según los escritos encontrados, Marx podía entender a las sociedades como la nuestra llena de mitos, espiritualidades.
Nos descolonizaremos leyendo a Juan José Bautista desde la perspectiva de un nuevo Marco Categorial, desarrollado por Hinkelamerk, la filosofía de la liberación, superando la hipótesis de René Zavaleta Mercado sobre la incognocibilidad de la sociedad abigarrada boliviana, en momentos de equilibrio y si más bien, en sus procesos de aguda crisis donde se manifiestas los fenómenos latentes subterráneamente. La historia dialéctica, una nueva lectura de Hegel, superando esas visiones críticas de Apel, Habermas, desde el punto de vista de la ética, moral, con una nueva perspectiva. Tomemos como ejemplo lo que dice de la historia Raúl Prada, “es una articulación un mundo de relaciones, pero no cualquier relación, sino de procesos sociales”. la teoría del Ayllu,.como centro. En suma, recogiendo los cambios de paradigmas teóricos, para leer nuestra historia
UNA LÍNEA HISTÓRICA INDIANISTA REINVINDICACIONISTA
Una línea histórica indianista reinvindicacionista, que no se salva de la influencia europea de la etnohistoria y del propio marxismo, aunque reniega de él, tiene sus bases en la recuperación del pensamiento de Fausto Reynaga, hace prevalecer, una cosmovisión, indianista, desde la perspectiva ancestral, reinvindicada, por la Universidad Tawantinsuyu, la carrera de historia, pero además por Carlos Ponce, Carlos Mamani, Roberto Choque, Germán Choquehuanca, el THOA, que aun busca su fuente teórica de construcción, romper el pensamiento occidental, debatiendo hoy temas sobre la invasión, la Colonialidad y Descolonización.
Ya en su libro, “Socrates y yo”, Fausto Reynaga, había echado las bases de una visión anticolonial, anti q’ara, criticando no solo a la filosofía occidental, sino a la cultura occidental en su conjunto, con el tiempo los kataristas y otros profesionales, han ido impulsando una nueva línea de lectura de la historia, una historia reinvindicacionista, una historia que nos plantea, una cosmovisión, una manera de ver el mundo, el pensamiento andino, la filosofía andina, la llamaría Esterman, esta manera de ver holística, esta manera de ver el tiempo circular. Pero pese a todas estas líneas de reflexión, aun no puede construir su propio marco categorial, aunque el debate sobre el Pacha, la dualidad, la reciprocidad y la complemantaridad, aun no a cuajado en una nueva concepción de la historia, deteniéndose en una historia reinvindicacionista.
Silvia Rivera Cusicanqui y Carlos Mamani, han aportado mucho con la historia oral para un pensamiento descolonizador de la historia. Germán Choquehuanca, habla de una nueva corriente historiográfica, que parte de la visión nueva que debe enfrentar al pensamiento occidental. Roberto Choque le da mucho valor al uso de la documentación y en muchos casos no se supera la visión positivista de la historia, pues en su pugna con la historia oficial, negada por Carlos Mesa, en muchos casos, solo en lugar de héroes blancos los remplazan con héroes indígenas y no hay un cambio de concepción e interpretación de la historia.
Estas tres líneas de interpretación de la historia, aunque lo nieguen, no logran hacer lo que predican, la descolonización, no logran romper con los marcos categoriales al decir de Bautista occidentales, así el propio quehacer historiagráfico en Bolivia sigue en los marcos de la colonialidad occidental,
¿Cómo descolonizar el Quehacer Historiográfico?, esta es la pregunta que debemos hacernos permanentemente los que abrazamos el oficio de historiadores, echado tan de menos en nuestra sociedad actual.
Es importante que la investigación histórica siga nuevos rumbos o nuevos derroteros.
Si vemos,
- Identificar prioridades en la investigación histórica,
- Hacer a la historiografía un instrumento útil para el cambio vinculando su proceso investigativo a proyectos sociales
- Desarrollar un encuentro entre pragmático-documentalistas y osados teóricos, que puede ser un proceso saludable
- abandonar la sola historia de hora cívica.
- Promover desde el Estado la Investigación histórica con impacto social desarrollando procesos de investigación acción, Historia Oral, historia de los pueblos y las comunidades como una manera de canalizar la construcción de identidades sólidas
-
BIBLIOGRAFIA
Mesa, Carlos. “Se topo con la historia señor presidente”, en: La Razón, La Paz 2009.
Rivera Silvia “El potencial epistemológico y teórico de la historia oral; de la lógica instrumental a la descolonización de la historia” en: Temas Sociales 11, La Paz,
Mamani, Carlos, historia oral,
Arze Aguirre, René. “Problemas teóricos y metodológicos de la historia oral”. en: Temas Sociales 11, La Paz,
Estermann, Josef. Filosofía Andina. Sabiduría Indígena Para un mundo nuevo, Teología y filosófia andinas1, La Paz 2006.
Dussel, Enrique. Marx y la Modernidad, Conferencias en la Paz, abrelosojos, La Paz 2008.
Prada, Raúl. Genealogía del Poder, Pisteuma, La Paz 2006.
Negri, Toni y otros, Imperio, Multitud y Sociedad Abigarrada, Conferencias en Bolivia. La Paz 2007.
[1] El autor es historiador de profesión, esta ponencia fue presentada en la Reunión Anual de Etnología 2009., en el debate sobre el bicentenario del grito libertario de 1809¿200 años, somos libres?.
HISTORIOGRÁFICO EN BOLIVIA
Ramiro Fernández Quisbert[1]
En estos días, de “ celebración del bicentenario de nuestra libertad”, mucha tinta se ha gastado en interpretar los acontecimientos de 1809, la gesta libertaria, disparando por distintas direcciones, desde distintas perspectivas teóricas, esto al parece ha ayudado a complejizar más la comprensión de lo que realmente sucedió.
Se habló de Murillo héroe, de Murillo asesino, de Murillo traidor, en fin de 200 años de libertad, de 200 años de opresión, de Tupac Katari, Bartolina Sisa, reales héroes de la independencia, lo que nos trajo mucha confusión, demostrándonos, que tanto hoy, como ayer, no nos ponemos de acuerdo. Que nuestra diversidad fue y es un elemento con el que tenemos que convivir todo el tiempo.
Para el consuelo de todos no somos la única sociedad con estos problemas, sino, una de tantas. Es que la lectura de las sociedades pasadas ó presentes, responden a cosmovisiones, a intereses políticos, a paradigmas teóricos, a prejuicios a criterios personales. y esto es insalvable. Tal parece que no nos vamos a convencer entre moros, indígenas y cristianos, por el momento, por razones de reflexión quiero hablar del proceso de descolonización del quehacer historiográfico en Bolivia.
Como se darán cuenta ya partí con una hipótesis de trabajo “En Bolivia el quehacer historiográfico responde a visiones colonizadas” .
Desde la filosofía de la historia, la teoría de la historia, la misma metodología de investigación, la identificación de problemas de investigación y hasta el financiamiento de la tarea investigativa esta intermediada por una visión eurocentrica y/o occidental. Vamos a identificar, por el momento tres líneas de interpretación de la historia que ha estado vigente en estos últimos años.
HISTORIA POSITIVISTA-DOCUMENTALISTA
Una línea tradicional, que con matices y más o menos ingredientes se enmarca en la historia narrativa, positivista-documentalista, con temáticas socieconómicas tipo escuela de los Annales, en muchos casos pro hispanista, estos últimos 30 años, representada por la academia de la historia, la carrera de historia de la UMSA, la sociedad de la historia, que como tema central pretende resaltar el encuentro cultural entre indios y blancos y hoy priorizando el Mestizaje, cultural, biológico-racial, económico y sociopolítico.
En 1998, Fernando Cajías haciendo un balance del avance de la historiografía en Bolivia, mencionaba que en estos últimos tiempos se estaba realizando una historia científica, desde la incursión de Alberto Crespo, Vázquez Machicado, Gunnar Mendoza, y consecuencia de ello fue la apertura de perspectivas de análisis en la historigrafía, abandonando la visión política se centró en la aspectos socioeconómicos, tipo escuela los annales, la etnohistoria, Murra, Waldemar Espinoza, o la línea marxista de Sempat Assadourian, etnohistoria e historia regional, así se abordaron temas de historia de indígenas, la historia de las oligarquías, la historia de las mentalidades, la historia de las mujeres. En la mayoría de los casos esta apertura temática, no llegó acompañada de nuevas teorías, sino se enmarco en la sola compulsa de documentos, con total falta de reflexión crítica y concentrándose en la recopilación de fuentes documentales, elaborando monografías descriptivas, sin interpretación básica, siguiendo sospechas e hipótesis de marcos categoriales extraños, venidos de los llamados bolivianistas, americanistas, que no tienen la culpa de nuestro bobarysmo, nuestra manía de imitar, pero que desde luego son parte de un aparato, una infraestructura mundial de investigación, que en muchos casos nos impone líneas de investigación, temáticas y hasta metodologías, pues tienen el sartén por el mango, la gallina de los huevos de oro, que pone huevos para grupos concretos, vacas consagradas y no en concursos democráticos pese al proceso de cambio y la pretensión de construir un Estado Plurinacional, que en sus políticas en cuanto a historia e historiadores se refiere, es puro discurso, no tiene equipos de historiadores, investigadores para debatir sobre el Mar, ni sobre el Silala, sino improvisados “analistas políticos”, sin formación en investigación histórica en relaciones internacionales, en síntesis no tiene políticas sobre esta materia, no debemos negar, que se ha avanzado algo, pero ese afán de encasillar esa historiografía a un trabajo de elites intelectuales le ha restado mucho de su esencia.
LÍNEA CRÍTICA-TEÓRICA NEOMARXISTAS –POSMODERNISTA
Una línea crítica-teórica, muy vinculada a procesos de reflexión filosófica representada, por teóricos neomarxistas, influidos por la Filosofía de la Liberación, y los problemas del presente propiciada más bien por sociólogos y politólogos, como Tonni Negri, E. Dussel, Zemelman en el caso de los extranjeros y R. Prada, Juan José Baustista, Luis Tapia, Alvaro García Linera, en el caso de los nacionales. La dialéctica. Filosofía y ciencia social, filosofía e historia. colonialidad y Descolonización, son algunas de la temáticas que suelen abordar.
En la mayoría de los casos, quienes se hallan embarcados en esta línea de praxis investigativa, no son historiadores de profesión, no son muy amigos de las fuentes primarias y los documentos, sino más bien de la especulación teórica, pocos de ellos habrán liado, con el sopor del papel húmedo, con el polvo de los muertos o el moho putrefacto de los tiempos, no conocen a los bichos de archivo y bibliófilos, o al gran Totum ídolo del archivo de la Paz, obtienen sus datos de dos fuentes principales, los libros de los historiadores y algunas encuestas del INE, o finalmente hacen sus propias encuestas como fuentes primarias. Y su segunda fuente, son los escritos teóricos desde Sócrates-hasta Toni Negri o Dussel, Zemelman, los últimos teóricos que impactan en este proceso de cambio, aunque ellos, devienen desde los años 70, en estas correrías revolucionarias y liberadoras, planteado la “descolonización”. abordan temáticas de historia y descolonización, en sus reflexiones nos cuentan que para ellos Marx no a muerto, como pretendieron hacer creer los Fujuyamistas neoliberales, internos y externos, según ellos Marx estaba de parranda y ahora ha vuelto con más fuerza en la crítica a este capitalismo salvaje, que en estos nuevos procesos debemos leer mejor a Marx, al joven y al viejo, que no habían leído bien en los años 70, que él no era materialista, como decía la academia de la URSS, los Stalinistas y Trostkistas, que según los escritos encontrados, Marx podía entender a las sociedades como la nuestra llena de mitos, espiritualidades.
Nos descolonizaremos leyendo a Juan José Bautista desde la perspectiva de un nuevo Marco Categorial, desarrollado por Hinkelamerk, la filosofía de la liberación, superando la hipótesis de René Zavaleta Mercado sobre la incognocibilidad de la sociedad abigarrada boliviana, en momentos de equilibrio y si más bien, en sus procesos de aguda crisis donde se manifiestas los fenómenos latentes subterráneamente. La historia dialéctica, una nueva lectura de Hegel, superando esas visiones críticas de Apel, Habermas, desde el punto de vista de la ética, moral, con una nueva perspectiva. Tomemos como ejemplo lo que dice de la historia Raúl Prada, “es una articulación un mundo de relaciones, pero no cualquier relación, sino de procesos sociales”. la teoría del Ayllu,.como centro. En suma, recogiendo los cambios de paradigmas teóricos, para leer nuestra historia
UNA LÍNEA HISTÓRICA INDIANISTA REINVINDICACIONISTA
Una línea histórica indianista reinvindicacionista, que no se salva de la influencia europea de la etnohistoria y del propio marxismo, aunque reniega de él, tiene sus bases en la recuperación del pensamiento de Fausto Reynaga, hace prevalecer, una cosmovisión, indianista, desde la perspectiva ancestral, reinvindicada, por la Universidad Tawantinsuyu, la carrera de historia, pero además por Carlos Ponce, Carlos Mamani, Roberto Choque, Germán Choquehuanca, el THOA, que aun busca su fuente teórica de construcción, romper el pensamiento occidental, debatiendo hoy temas sobre la invasión, la Colonialidad y Descolonización.
Ya en su libro, “Socrates y yo”, Fausto Reynaga, había echado las bases de una visión anticolonial, anti q’ara, criticando no solo a la filosofía occidental, sino a la cultura occidental en su conjunto, con el tiempo los kataristas y otros profesionales, han ido impulsando una nueva línea de lectura de la historia, una historia reinvindicacionista, una historia que nos plantea, una cosmovisión, una manera de ver el mundo, el pensamiento andino, la filosofía andina, la llamaría Esterman, esta manera de ver holística, esta manera de ver el tiempo circular. Pero pese a todas estas líneas de reflexión, aun no puede construir su propio marco categorial, aunque el debate sobre el Pacha, la dualidad, la reciprocidad y la complemantaridad, aun no a cuajado en una nueva concepción de la historia, deteniéndose en una historia reinvindicacionista.
Silvia Rivera Cusicanqui y Carlos Mamani, han aportado mucho con la historia oral para un pensamiento descolonizador de la historia. Germán Choquehuanca, habla de una nueva corriente historiográfica, que parte de la visión nueva que debe enfrentar al pensamiento occidental. Roberto Choque le da mucho valor al uso de la documentación y en muchos casos no se supera la visión positivista de la historia, pues en su pugna con la historia oficial, negada por Carlos Mesa, en muchos casos, solo en lugar de héroes blancos los remplazan con héroes indígenas y no hay un cambio de concepción e interpretación de la historia.
Estas tres líneas de interpretación de la historia, aunque lo nieguen, no logran hacer lo que predican, la descolonización, no logran romper con los marcos categoriales al decir de Bautista occidentales, así el propio quehacer historiagráfico en Bolivia sigue en los marcos de la colonialidad occidental,
¿Cómo descolonizar el Quehacer Historiográfico?, esta es la pregunta que debemos hacernos permanentemente los que abrazamos el oficio de historiadores, echado tan de menos en nuestra sociedad actual.
Es importante que la investigación histórica siga nuevos rumbos o nuevos derroteros.
Si vemos,
- Identificar prioridades en la investigación histórica,
- Hacer a la historiografía un instrumento útil para el cambio vinculando su proceso investigativo a proyectos sociales
- Desarrollar un encuentro entre pragmático-documentalistas y osados teóricos, que puede ser un proceso saludable
- abandonar la sola historia de hora cívica.
- Promover desde el Estado la Investigación histórica con impacto social desarrollando procesos de investigación acción, Historia Oral, historia de los pueblos y las comunidades como una manera de canalizar la construcción de identidades sólidas
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BIBLIOGRAFIA
Mesa, Carlos. “Se topo con la historia señor presidente”, en: La Razón, La Paz 2009.
Rivera Silvia “El potencial epistemológico y teórico de la historia oral; de la lógica instrumental a la descolonización de la historia” en: Temas Sociales 11, La Paz,
Mamani, Carlos, historia oral,
Arze Aguirre, René. “Problemas teóricos y metodológicos de la historia oral”. en: Temas Sociales 11, La Paz,
Estermann, Josef. Filosofía Andina. Sabiduría Indígena Para un mundo nuevo, Teología y filosófia andinas1, La Paz 2006.
Dussel, Enrique. Marx y la Modernidad, Conferencias en la Paz, abrelosojos, La Paz 2008.
Prada, Raúl. Genealogía del Poder, Pisteuma, La Paz 2006.
Negri, Toni y otros, Imperio, Multitud y Sociedad Abigarrada, Conferencias en Bolivia. La Paz 2007.
[1] El autor es historiador de profesión, esta ponencia fue presentada en la Reunión Anual de Etnología 2009., en el debate sobre el bicentenario del grito libertario de 1809¿200 años, somos libres?.
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